martes, 21 de octubre de 2014

Petrous bone study shows most ancient Europeans were lactose intolerant


This is an ancient petrous bone after cleaning and prior to ancient DNA sampling.

A new examination of the petrous bones of 13 ancient individuals from the Great Hungarian Plain that ranged in age from 7,800 years old to 2,800 years old has shown that most ancient Europeans were lactose intolerant. Professor Ron Pinhasi from the School of Archaeology at the University College Dublin and Professor Dan Bradley from the Smurfit Institute of Genetics at Trinity College in Dublin are the first to show that lactose intolerance prevailed even after cattle domestication became common. The discovery was reported in the Oct. 21, 2014, edition of the journal Nature Communications.

The discovery means that the majority of Neolithic, Bronze Age and Iron Age peoples of Europe did not consume much milk from cattle or eat a lot of cheese as we know it today. The technologies to make cheese and domesticate cattle predated the changes in the genetic structure that allows most modern people to enjoy dairy products without digestive complications. One should note that the lactose in human female’s milk is sufficiently different in chemical structure to avoid the complications of lactose intolerance.

The analysis does not show any increase in lactose tolerance as a result of the interbreeding of lighter skinned people with darker skinned people. Domesticated animals and especially cattle were primarily a source of meat and trade thousands of years before man’s DNA adapted to safely consume lactose. The study also indicates that migrations into Europe brought new technologies like animal domestication and cheese making and may have included the genes that make people lactose tolerant.

The petrous bone is located in the interior of the temporal bone of the skull. The bone is one of the thickest skull bones and one of the best protected. The researchers selected these bones for genetic comparison because the bones retain as much as 90 percent of the DNA that defined their owners. The Great Hungarian Plain was selected because this region was the intersection of most of the migrations of people from Asia and Africa into Europe. examiner.com/


Actualización: Los europeos fueron intolerantes a la lactosa durante 5.000 años después de descubrir la agricultura
Investigadores de la University College y el Trinity College de Dublín (Irlanda) han descubierto que los antepasados europeos se mantuvieron intolerantes a la lactosa, azúcar natural presente en la leche, durante 5.000 años después de comenzar las primeras prácticas agrícolas y casi 4.000 años después de que se comenzara a producir queso en Europa central.

El trabajo, publicado en el último número de la revista 'Nature Communications', ha sido posible gracias al análisis de ADN procedente de restos óseos de diferentes épocas, y los autores sugieren que desde el Neolítico hasta las edades del Bronce y del Hierro pudieron producirse importantes cambios en la genética de estas poblaciones.

Para el estudio, se analizaron restos de trece individuos enterrados en yacimientos arqueológicos de la Gran Llanura húngara, una zona conocida por haber estado en la encrucijada de las grandes transformaciones culturales que dieron forma a la prehistoria europea. De hecho, entre los huesos analizados había restos desde el año 5.700 a.C. (Neolítico) hasta el 800 a.C. (Edad del Hierro).

Tras varios años de investigación, determinaron que la región del oído interno del hueso temporal del cráneo es la parte más dura y mejor protegida ante el paso del tiempo y, por tanto, es ideal para el análisis de ADN en seres humanos y otros mamíferos.

De hecho, ha explicado el profesor Ron Pinhasi, del University College de Dublín, en estos huesos el porcentaje de rendimiento de ADN era hasta 183 veces superior al de otros huesos, como los procedentes de dientes, dedos o huesos de costillas.

De este modo, comprobaron que en todo ese tiempo se fue modificando la pigmentación de los humanos, a medida que pasaron de ser cazadores a agricultores pero, en cambio, no hay ningún resquicio de tolerancia a la lactosa.

"Esto significa que estos antepasados europeos habrían tenido animales domésticos como vacas, cabras y ovejas, pero aún no se habría desarrollado genéticamente una tolerancia para el consumo de grandes cantidades de leche procedentes de estos mamíferos", ha explicado Pinhasi, uno de los autores del estudio.

1 comentario:

salaman.es dijo...

Actualización: Los europeos fueron intolerantes a la lactosa durante 5.000 años después de descubrir la agricultura