- Ante la falta de fondos para nuevos trabajos de campo, el equipo científico se centra en la redacción de la memoria sobre los trabajos realizados hasta 2007
- El catedrático de prehistoria Rodrigo de Balbín Behrmann realiza su visita anual a la caverna riosellana
La última campaña de excavaciones arqueológicas en la cueva de Tito
Bustillo se remonta al año 2007. La cueva paleolítica riosellana, la
gran pinacoteca del arte rupestre asturiano, lleva seis años sin
estudios científicos y lo que es peor, sin previsiones cercanas de que
puedan ser retomados en breve. El responsable de los últimos trabajos,
el catedrático de prehistoria, Rodrigo de Balbín Behrmann, suele visitar
la caverna todos los años, aunque en el último lustro han sido cortas
estancias, visitas de médico. Desde el inicio de la cacareada crisis
económica, no hay dinero para excavaciones. «La crisis se nota sobre
todo en la cultura, porque el interés por la cultura en los estamentos
políticos es el más bajo de Europa», lamentó el investigador. No
obstante, Balbín reconoció que tanto él como su equipo aún tienen un
«débito» con la sociedad asturiana en general y el mundo científico en
particular. Aún deben concluir la memoria final del trabajo elaborado en
los años previos a 2007, aquellos que les llevaron a definir la cueva
como un continuo decorado en el que las pinturas se superponen en
función de su antigüedad. «Por ese motivo, que no contemos ahora con una
campaña de excavaciones puede entenderse como normal, ya que primero
tenemos que acabar esa memoria para luego quejarnos y solicitar otra
campaña», añadió el prehistoriador. [...] elcomercio.es