Gran Dolina es uno de los yacimientos más ricos del complejo
Atapuerca, en Burgos, pero a medida que se suceden las campañas de
excavación y los hallazgos se perfila también como un campamento al que,
durante miles de años, los homínidos llevaron los animales que cazaban
para descuartizarlos y comerlos.
Uno de los codirectores de Atapuerca, Eudald Carbonell, asegura a Efe
que dentro de ocho o diez años el equipo de investigación llegará al
nivel TD-6, donde en una cata se encontraron restos de Homo Antecessor,
una nueva especie que vivió hace unos 800.000 años y de la que hasta
ahora sólo se han encontrado restos en Atapuerca.
Carbonell afirma que tienen datos que les permiten augurar que
encontrarán restos de al menos once individuos, lo que permitiría un
estudio mucho más detallado de la especie.
Pero para comprender la importancia de Gran Dolina son claves los
trabajos que se están realizando en la campaña de este verano, que está a
punto de concluir.
Dos equipos están trabajando simultáneamente en dos niveles
diferentes del yacimiento, uno de ellos de unos 420.000 años y otro de
un millón de años.
El más antiguo es el nivel TD-4, que se formó al "colapsar" el techo,
que se derrumbó y abrió lo que hasta entonces había sido una burbuja
enterrada.
El responsable de los trabajos en este nivel, Jordi Rosell, ha
explicado a Efe que primero entraron en la nueva cueva los osos -el
Ursus Dolinensis, que debe el nombre a este yacimiento- que buscaba un
lugar para hibernar, aunque pronto comenzaron a aparecer grandes
ungulados que atraían a predadores.
Entre esos predadores estaban los jaguares, pero también los homínidos que vivieron en la sierra de Atapuerca.
La evidencia más clara es una herramienta de hace un millón de años
encontrada en la campaña de este verano, un "chóper", que es una piedra
rodada, arenisca, que se ha retocado para configurar un filo recto
cortante.
Su importancia radica en que se trata de una pieza de un millón de
años y, por tanto, es más antigua que el Homo Antecessor, lo que apoya
la hipótesis de una continuidad en Atapuerca entre los restos de Gran
Dolina, de unos 800.000 años, y los de la Sima del Elefante, que son los
más antiguos con 1,2 millones de años de antigüedad.
En la parte superior de Gran Dolina, otro equipo, dirigido por Andreu
Ollé, trabaja en el TD-10, en un nivel de hace unos 420.000 años, la
misma época de la Sima de los Huesos y los niveles más antiguos de
Galería, ambos también en Atapuerca.
En la Sima de los huesos hay una gran acumulación de restos de Homo
Heidelbergensis, pero sólo se han encontrado esos restos, algunos de
carnívoros y un bifaz.
El objetivo es conocer más sobre cómo vivieron esos homínidos
estudiando su campamento en Gran Dolina, donde descuartizaban y comían
los animales que cazaban, cuyos restos se encuentran ahora junto con
herramientas de piedra de distintos materiales y en diferentes fases de
elaboración.
Ya han comenzado a aparecer herramientas en este nivel pero Ollé
considera que será en la campaña de 2014 cuando entren de lleno y puedan
saber qué comían, qué herramientas utilizaban y por qué zonas de la
sierra se movían los homínidos que terminaron en la Sima de los Huesos
hace unos 420.000 años.
Ollé repasa el panorama de la evolución que ofrece Atapuerca: Hay
restos de homínido sin clasificar en la Sima del Elefante (1,2 millones
de años); en Gran Dolina se han encontrado restos de un millón y de
800.000 años, y a partir de 500.000 hay una "explosión" de fósiles
humanos y de todo tipo en yacimientos como Gran Dolina, Galería y la
Sima de los huesos "que hay que relacionar".
Reconoce que sería muy importante cubrir el vacío entre 800.000 y
500.000 años, incluso recuerda que hay sedimentos con muchos fósiles de
esa época en los niveles 7 y 8 de Gran Dolina, aunque hasta el momento
sólo se han sacado restos de animales.EFE / noticias.terra.es/
domingo, 21 de julio de 2013
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