Photographs by Roberto Ontanon Peredo, courtesy Dean Snow
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Link 2: Sexual Dimorphism in European Upper Paleolithic Cave Art
Journal Title - American Antiquity
Volume - Volume 78 Issue - 4 First Page - 746 Last Page - 761
Issue Cover Date - 2013-09-01
Author - Dean R. Snow
La investigación preliminar sobre los estarcidos de mano que se encuentran en los sitios rupestres del Paleolítico Superior de Francia y España demostró que el dimorfismo sexual en las manos de los hombres y las mujeres se expresa con fuerza suficiente como para permitir la determinación empírica de los sexos de los individuos que hicieron algunos de ellos. La investigación adicional incrementó la muestra apreciable de casos a partir de seis a 32, una muestra suficientemente grande como para mostrar que las personas que hicieron los estarcidos a mano en las cuevas eran en su mayoría mujeres. Este hallazgo refuta la suposición tradicional de que las plantillas de la mano humana en el arte parietal Europeo fueron hechas por artistas masculinos, adultos o jóvenes. Los hallazgos sugieren además que el dimorfismo sexual de las manos fue más fuerte durante del Paleolítico Superior que en los Europeos modernos. Los intentos de aplicar los mismos algoritmos a una muestra de las manos de Indios Norte Americanos confirma la opinión que las diferentes poblaciones requieren analiza por separado.
Actualización 11-10-13. ¿Fueron las pinturas rupestres obra de mujeres?
- Un análisis de las huellas de manos pintadas en cuevas así lo indica.
- Los expertos discrepan, pero es el primer análisis con datos sobre el asunto.
Nuestra visión de los humanos que pintaron en las cuevas hace entre
12.000 y 40.000 años es claramente masculina. Las pinturas representan
bisontes, antílopes y mamuts, y tal vez por eso los investigadores los
han atribuido a cazadores masculinos que pintaban sus hazañas en algún
ritual. Pero el investigador de la Universidad de Pensilvania, Dean Snow, tiene otro punto de vista.
Tal y como adelanta National Geographic, Snow ha analizado las huellas de manos encontradas en ocho cuevas del sur de Francia y el norte de España y después de un análisis comparativo concluye que tres cuartas partes de las siluetas correspondían a manos femeninas. "Ha habido un sesgo masculino en los estudios durante mucho tiempo", apunta Snow. "la gente ha hecho un montón de asunciones infundadas sobre quién hizo estas cosas y por qué", añade.
El estudio de Snow se remonta a hace una década, cuando conoció el trabajo del biólogo británico John Manning,
quien descubrió que los hombres y mujeres se deferencia en la longitud
relativa de sus dedos: ellas tienen el anular y el índice de una
longitud parecida mientras que los hombres presentan mayores
diferencias. Intrigado por la cuestión, Snow decidió buscar pistas en
las huellas de manos de las cuevas paleolíticas en busca de diferencias
que permitieran identificar a los autores.
Para su estudio, que se publica esta semana en la revista American Antiquity, Snow examinó cientos de huellas en las cuevas europeas, pero muchas de ellas estaban demasiado difuminadas para su análisis. En la criba se quedó con 32 siluetas de manos, la mitad de la cueva de El Castillo, en Cantabria, y las otras de cuevas francesas como Gargas y Pech Merle. Mediante un algoritmo diseñado por él mismo, y teniendo en cuenta variables como la longitud de los dedos, el tamaño de la mano y las diferencias de proporción entre los dedos, determinó que 24 de las 32 manos (el 75%) pertenecían a mujeres.
Algunos expertos son escépticos respecto a estas conclusiones, pues ya se han realziado análisis parecidos en el pasado. El biólogo Dale Guthrie realizó un análisis parecido y concluyó que las manos eran en su mayoría de jóvenes adolescentes. En la cueva de Rouffignac , en la Dordoña (Francia), la arqueóloga de la Universidad de Cambridge Jess Cooney determinó que buena parte de la galería de manos había sido realizada por una niña de unos cinco años de edad, la artista más precoz y prolífica del Paleolítico.
A pesar de las dudas, el estudio de Snow reabre la vieja pregunta sobre quién pintó estas cuevas y con qué intención lo hizo. Hace apenas unos meses otro análisis en la cueva de El Castillo abría la posibilidad de que algunas de las huellas fueran de neandertales y no de Homo sapiens como solemos pensar. Para saber si fueron mujeres las que pintaban mayoritariamente en las paredes se necesitan más datos, pero como apunta el arqueólogo Dave Whitley, es la primera vez que alguien reúne un buen número de pruebas sobre el tema y abre la cuestión sobre el sexo de estos primeros pintores. Antonio Martínez Ron / noticias.lainformacion.com
Actualización 15-10-13: Video. Hands
Vídeo YouTube por Penn State Research Communications el 15/10/2013 añadido a Paleo Vídeos > Prehistoria Universal > L.R.2.5 nº 46.
eurekalert.org/
Actualización 31-10-13: Las mujeres pudieron pintar Altamira
Pudo ser una mujer, seguramente muchas. “Es posible…”, me dice el director del Museo de Altamira, José Antonio Lasheras en una interesantísima conversación sobre Paleolítico y añade: “pero también lo contrario”. En cuclillas, bajo la cúpula de roca, con poca luz y escrupuloso mimo, trazaron bisontes y ciervos heridos hasta realizar la pintura rupestre más evolucionada que se conoce: los Policromos de Altamira...
Para su estudio, que se publica esta semana en la revista American Antiquity, Snow examinó cientos de huellas en las cuevas europeas, pero muchas de ellas estaban demasiado difuminadas para su análisis. En la criba se quedó con 32 siluetas de manos, la mitad de la cueva de El Castillo, en Cantabria, y las otras de cuevas francesas como Gargas y Pech Merle. Mediante un algoritmo diseñado por él mismo, y teniendo en cuenta variables como la longitud de los dedos, el tamaño de la mano y las diferencias de proporción entre los dedos, determinó que 24 de las 32 manos (el 75%) pertenecían a mujeres.
Algunos expertos son escépticos respecto a estas conclusiones, pues ya se han realziado análisis parecidos en el pasado. El biólogo Dale Guthrie realizó un análisis parecido y concluyó que las manos eran en su mayoría de jóvenes adolescentes. En la cueva de Rouffignac , en la Dordoña (Francia), la arqueóloga de la Universidad de Cambridge Jess Cooney determinó que buena parte de la galería de manos había sido realizada por una niña de unos cinco años de edad, la artista más precoz y prolífica del Paleolítico.
A pesar de las dudas, el estudio de Snow reabre la vieja pregunta sobre quién pintó estas cuevas y con qué intención lo hizo. Hace apenas unos meses otro análisis en la cueva de El Castillo abría la posibilidad de que algunas de las huellas fueran de neandertales y no de Homo sapiens como solemos pensar. Para saber si fueron mujeres las que pintaban mayoritariamente en las paredes se necesitan más datos, pero como apunta el arqueólogo Dave Whitley, es la primera vez que alguien reúne un buen número de pruebas sobre el tema y abre la cuestión sobre el sexo de estos primeros pintores. Antonio Martínez Ron / noticias.lainformacion.com
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Pudo ser una mujer, seguramente muchas. “Es posible…”, me dice el director del Museo de Altamira, José Antonio Lasheras en una interesantísima conversación sobre Paleolítico y añade: “pero también lo contrario”. En cuclillas, bajo la cúpula de roca, con poca luz y escrupuloso mimo, trazaron bisontes y ciervos heridos hasta realizar la pintura rupestre más evolucionada que se conoce: los Policromos de Altamira...
4 comentarios:
Actualización. ¿Fueron las pinturas rupestres obra de mujeres?
I hope they also analyse the handprints in caves in Borneo.
I think the use of hollow bird bones & reeds to spray paints on cave walls was related to fire starting, flutes, and in Borneo, blowguns; all improved with better air flow control.
Actualización: Video. Hands
Actualización: Las mujeres pudieron pintar Altamira
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