Los huesos de un toro salvaje extinguido quedaron al
descubierto a principios de mes en La Albericia, cuando las máquinas de
Ascán removieron la tierra de La Cavaduca para construir 111 viviendas
sociales municipales. Los restos óseos pueden pertenecer a un Uro, según
las primeras estimaciones de la Consejería de Cultura, un animal que
habitó en la península hace más de 45.000 años y se extinguió en el
siglo XVII, y del que ya se han encontrado vestigios y pinturas en otros
yacimientos de la región
Los fósiles ya han sido trasladados a un laboratorio, donde
un arqueólogo del Gobierno regional determinará su valor y antigüedad.
El mismo protocolo seguido en otros casos recientes, como cuando
apareció un muro del siglo XIX en la excavación del túnel del Centro
Botín. Aunque en aquella ocasión, las piedras fueron examinadas en el
mismo lugar del hallazgo.
Link 2: Cantabria oculta aún un rico patrimonio que aflora cuando se mueven tierras
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