Una figura de un hombre del Neardental ante el Museo Neanderthals en Mettmann (Alemania). / Horst Ossinger (Efe) |
La novedad no es que los neandertales se cruzaran con nuestros ancestros, los primeros Homo sapiens que salieron de África hace tal vez 50.000 años (los neandertales llevaban en Europa cientos de miles de años). Es cierto que esta idea resultaba una herejía para muchos paleontólogos hace solo unos años, pero los datos parecen haber doblegado ya sus resistencias.
La novedad es que los genes que nos pasaron los neandertales durante esos contactos ocasionales han resultado ser importantes para la adaptación del Homo sapiens, aquel recién salido de África, a los entornos fríos del recién deshelado continente europeo. En botánica, esto se llama vigor híbrido: una ventaja en los hijos mestizos que no posee ni su madre ni su padre. Un premio genético a la falta de prejuicios raciales.
Philipp Khaitovich, del laboratorio CAS Key de biología computacional de Shanghai, junto a colegas de Moscú, Leipzig y Potsdam, informan en Nature Communications de que los genes neandertales implicados en el catabolismo de lípidos están representados en exceso —respecto a otros tramos de ADN neandertal— en el genoma de los europeos modernos, o más exactamente, de las personas actuales que tienen ancestros europeos. [...] sociedad.elpais.com
Link 3: Did Europeans Get Fat From Neandertals?
Neandertals and modern Europeans had something in common: They were fatheads of the same ilk. A new genetic analysis reveals that our brawny cousins had a number of distinct genes involved in the buildup of certain types of fat in their brains and other tissues—a trait shared by today’s Europeans, but not Asians. Because two-thirds of our brains are built of fatty acids, or lipids, the differences in fat composition between Europeans and Asians might have functional consequences, perhaps in helping them adapt to colder climates or causing metabolic diseases...
Actualización 05-04-14. Grasa
Camilo José Cela Conde La secuenciación de alta calidad del genoma neandertal obtenida a partir del material genético de los fósiles de la cueva de Altai en Siberia ha conducido a que sea posible comparar nuestra especie con la de nuestros primos evolutivos más cercanos. En otras ocasiones esta columna se ha referido a algunos de esos aspectos que convierten a los neandertales en parientes tan cercanos de nosotros que compartimos alrededor de un 2% de los genes. Pero con la particularidad de que ese genoma común sólo lo poseemos los europeos y los asiáticos; los africanos, al permanecer en ese continente, no se hibridaron con los neandertales.
Ekatherina Khrameeva, investigadora del CAS Key Laboratory of Computational Biology de Shanghai (China), al frente de un equipo que incluye a miembros del Max Planck de Leipzig y Postdam (Alemania), ha publicado en Nature Communications un estudio comparativo entre los genomas de los neandertales y distintas poblaciones de humanos modernos en el que se pone de manifiesto que buena parte del genoma común se refiere a genes que controlan el metabolismo de las grasas. Pero eso sólo sucede en los humanos actuales europeos, no los asiáticos que también conservan la herencia neandertal. Un comentario aparecido en la revista Science de Ann Gibbons al artículo de Khrameeva y colaboradores alude a ese hecho con un juego de palabras llamando "fatheads" a los europeos. La traducción al castellano de "fathead" es "torpe, imbécil". Pero yo prefiero "cabeza de chorlito", que conserva los aspectos formales del término inglés...
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