El municipio albaceteño de Ayna
alberga las únicas pinturas rupestres paleolíticas de Castilla-La
Mancha. Según un estudio realizado por un grupo de arqueólogos y publicado en 2011 en la revista científica Zephyrus de la Universidad de
Salamanca, las pinturas podrían tener más de 27.000 años. Esta cifra
supone elevar su antigüedad entre 8.000 y 13.000 años más de lo supuesto
hasta el momento.
Detalle del Panel Principal de la Cueva del Niño. es.wikipedia.org/ |
Calco de las pinturas rupestres de la Cueva del Nino, Ayna (Albacete). Imagen enviada por Ana García Moreno. lacerca.com/ |
En un barranco escarpado y de difícil acceso, conocido como Barranco del Infierno y situado en el cauce del río Mundo, encontramos la Cueva del Niño. En pleno corazón de la Sierra del Segura, los humanos que habitaron la zona durante el Paleolítico aprovecharon esta cavidad para buscar refugio. Se trata de un entorno con un alto nivel paisajístico, dominado por una rica diversidad faunística y vegetal. Pero más allá del espectacular entorno en el que se encuentra ubicada, la importancia de la Cueva del Niño reside en sus pinturas rupestres, únicas en Castilla-La Mancha.
Las representaciones, descubiertas en
1970, fueron dadas a conocer científicamente en 1971 por el arqueólogo
Martín Almagro Gorbea, conservador en aquel momento del Museo
Arqueológico Nacional. Cuando aún no era posible datar las pinturas por
métodos físicos como el Carbono 14, Almagro les atribuyó una antigüedad
de entre 15.000 y 20.000 años, basándose en sus características y su
estilo. En 1973 un grupo de investigadores de la Universidad de
Cambridge llevó a cabo una excavación, donde se encontraron evidencias
de un hogar con algunos restos de animales al pie de las pinturas. Parte
de los restos recuperados en la excavación fueron llevados a la
Universidad de Cambridge, en Inglaterra, para su estudio, quedando allí
almacenados durante años.
Ahora, gracias a ellos ha sido posible
alcanzar una nueva estimación de la antigüedad de las pinturas. De
acuerdo con un estudio realizado por Diego Garate Maidagan, conservador
del Museo Arqueológico de Bilbao e investigador asociado a la
Universidad de Toulouse (Francia), y Alejandro García Moreno, entonces
investigador del Instituto Internacional de Investigaciones
Prehistóricas de Cantabria (Universidad de Cantabria), y actual
investigador del Centro de Investigación Arqueológica Monrepos de
Neuwied (Alemania), las pinturas –o al menos algunas de ellas- podrían
tener una antigüedad de unos 27.000 años.
El estudio, financiado por el Instituto
de Estudios Albacetenses de la Diputación Provincial, ha permitido datar
uno de los huesos encontrados en la excavación de 1973 mediante el
método del Carbono 14. De acuerdo con esta última datación, los
arqueólogos han afirmado que el hogar situado al pie de las pinturas
podría tener entre 28.000 y 27.000 años y por extensión las pinturas
podrían tener también esa misma antigüedad. Esto significaría que las
pinturas se habrían realizado en el periodo llamado Gravetiense, y que
tendrían entre 8.000 y 13.000 años más de lo estimado inicialmente.
Para el estudio, los investigadores se
han servido de las últimas tecnologías. De esta forma, el proyecto
también incluía una documentación tridimensional exhaustiva de las
pinturas con fotos de alta resolución. “Hemos usado métodos alternativos
de bajo coste para demostrar que es posible aplicar este tipo de
tecnología a proyectos con menores fondos de financiación”, asegura
García. Una vez hechas las fotografías, las imágenes fueron tratadas con
ordenador para resaltar los pigmentos y mejorar así su visión.
En cambio, y pese a la importancia del
yacimiento, los arqueólogos denuncian el aislamiento científico que ha
sufrido la Cueva del Niño desde su descubrimiento en 1970. Una situación
que según el doctor García se debe a su difícil acceso y a que la cueva
no pertenece a ninguno de los principales núcleos pictóricos de la
Península, como son la Cornisa Cantábrica y el Levante Peninsular. Este
nuevo descubrimiento pone de manifiesto la importancia de las pinturas
encontradas en la cavidad y su gran interés cultural y patrimonial.
Para sumergirnos en estos 27.000 años de
historia que alberga la Cueva del Niño es necesario contactar con el
Ayuntamiento de Aýna. Así podremos entender cómo vivían los primeros
pobladores de la meseta y comprender mejor nuestro presente. Ana García Moreno / eldigitaldealbacete.com
Vídeo relacionado (2012)
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