El próximo lunes comenzará la séptima campaña de
excavaciones arqueológicas en el yacimiento paleolítico de Cova Eirós,
en Triacastela, encuadradas en el proyecto «Ocupaciones humanas durante
el Pleistoceno de la cuenca media del Miño», que coordina la
Universidade de Santiago. Como en las anteriores ocasiones, los trabajos
serán codirigidos por los arqueólogos Arturo de Lombera y Xosé Pedro
Rodríguez, ambos con amplia experiencia en las excavaciones de
Atapuerca.
-¿Qué perspectivas hay para la campaña de este año?
-Esta vez solo podremos trabajar durante dos
semanas, a causa de los recortes presupuestarios que afectan a este
proyecto, pero aun así las perspectivas son muy buenas. Los trabajos se
van a centrar en el nivel arqueológico que identificamos con el número
3, que corresponde a ocupaciones del hombre de Neandertal de hace 84.000
años. Por los sondeos que hicimos anteriormente sabemos que este es un
nivel muy rico en piezas arqueológicas y paleontológicas. Todo indica
que en esa época la cueva tuvo una ocupación intensa. Ahora estamos en
el techo del nivel 3 y ampliaremos la excavación a todo el piso de la
galería principal de la cueva. Hasta ahora los sondeos en ese nivel se
limitaron a una zona muy reducida. Todo lo que saquemos a partir de
ahora serán materiales de origen neandertal. Aunque las excavaciones
durarán menos tiempo que otras veces, este año esperamos hallar muchas
industrias líticas y muchos restos fósiles de animales.
-¿Seguirán estudiando el conjunto de arte rupestre descubierto en la cueva?
-Sí, también vamos a seguir haciendo
prospecciones en las galerías interiores para ver si localizamos más
pinturas o grabados. Es algo bastante complicado, porque la cueva fue
ocupada en muchas épocas diferentes y no todos los dibujos y marcas que
hay en las paredes son de origen paleolítico. También esperamos que
salgan dentro de poco los resultados de las dataciones con carbono 14
que se están haciendo ahora para determinar la antigüedad de las
pinturas. Por el estudio de los motivos estilísticos pensamos que la
mayoría tienen sobre 9.000 o 10.000 años, es decir, que datarían de la
etapa final del Paleolítico Superior.
-¿Hay similitudes entre la tecnología paleolítica lucense y la de Atapuerca o de otras zonas?
-Los materiales más antiguos del Paleolítico
Inferior que encontramos en Monforte y otros puntos del valle de Lemos
son de la misma esfera cultural que los del yacimiento de Trinchera
Galería de Atapuerca, que corresponden al Homo heidelbergensis, el
predecesor de los neandertales. Por otro lado, las industrias del
Palelolítico Superior y de la época neandertal de Cova Eirós muestran
similitudes tecnológicas con las de la zona cantábrica. Pasa lo mismo
con los artefactos del Paleolítico Superior del yacimiento de Valverde,
en Monforte. Para corroborar esas semejanzas hay que profundizar en el
estudio técnico de estas industrias.
-¿Quedan muchas campañas por realizar en Cova Eirós?
-Los sondeos con georradar indican que el suelo
de tierra de la cueva tiene unos tres metros y medio de espesor, y hasta
ahora solo llegamos a un metro y medio de profundidad. Queda mucho por
excavar, así que aquí seguramente hay trabajo para muchos años. Falta
por ver si los niveles inferiores del sedimento son tan ricos en
materiales arqueológicos como los otros.
Arturo de Lombera arqueólogo
lavozdegalicia.es/Actualización 11-08-14: Hallan restos de cerámica decorada en Cova Eirós
Los arqueólogos que trabajan desde principios de esta semana en la séptima campaña de excavaciones en la Cova Eirós de Triacastela localizaron, entre otros restos de interés, fragmentos de cerámica decorada.
Según explicó el arqueólogo Arturo de Lombera, director de las excavaciones junto a Xosé Pedro Rodríguez, este descubrimiento viene a corroborar que el yacimiento no solo fue utilizado como hábitat, sino también como lugar de enterramiento en una etapa más reciente de la Prehistoria... (Suscripción)
Actualización 14-08-14: Nuevos hallazgos neandertales en Cova Eirós
Termina una breve y fructífera campaña en el yacimiento de Triacastela
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14 de agosto de 2014 / Francisco Albo. El fin de semana se dará por cerrada la octava campaña
de excavaciones arqueológicas de Cova Eirós, la más corta de las que se
han realizado hasta ahora en el yacimiento paleolítico de Triacastela.
Aunque los trabajos solo han durado este año dos semanas -a causa de los
recortes presupuestarios-, el resultado ha sido notablemente fructífero
y los investigadores pudieron realizar más de seiscientos nuevos
registros arqueológicos, que comprenden numerosos artefactos líticos y
fósiles de animales.
Tal como esperaban los responsables de las
excavaciones -encuadradas en el proyecto «Ocupaciones humanas durante el
Pleistoceno de la cuenca media del Miño», coordinado por la Universidad
de Santiago-, la gran mayoría de estos materiales corresponden al
Paleolítico Medio o Musteriense, la época del hombre de Neandertal. En
las anteriores campañas ya se excavaron casi por completo los niveles
arqueológicos superiores del piso de la cueva, correspondientes a épocas
menos antiguas. La mayor parte lo que se ha estado desenterrando estos
días pertenece a los niveles catalogados como 3 y 4, que según las
dataciones radiométricas tienen respectivamente en torno a 84.000 y
118.000 años de antigüedad. Ambos niveles corresponden a ocupaciones
neandertales.
Procedencia lejana
Muchos de los artefactos exhumados en el curso de
esta campaña se encuadran en la denominada técnica Levallois, un
sistema de talla de la piedra característica del hombre de Neandertal.
Según indica Arturo de Lombera -que codirige las excavaciones junto con
Xosé Pedro Rodríguez-, gran parte de estas piezas están elaboradas con
un tipo de cuarcita de grano fino que no se encuentra de forma natural
en esta área geográfica. En las excavaciones se han descubierto muy
pocos núcleos líticos, es decir, piedras de las que se extraían lascas
para fabricar herramientas. Todo ello parece indicar, añade De Lombera,
que muchas de las herramientas neandertales halladas en la cueva no se
fabricaron en este lugar, sino que fueron traídas desde lugares
distantes por los grupos nómadas que ocuparon la gruta durante el
Paleolítico Medio. «Para determinar de dónde pueden proceder estos
materiales habrá que realizar unos estudios tecnológicos extensos»,
apunta el arqueólogo.
Las industrias líticas han estado apareciendo
estos días en importantes cantidades -más abudnantes en el nivel 4 que
en el 3-, algo que no ha sorprendido a los investigadores, que por los
sondeos realizados con anterioridad ya conocían la riqueza arqueológica
de estas capas de terreno. También se esperaba encontrar en estos
niveles -y así ha sucedido- un gran número de fósiles de animales,
muchos de los cuales fueron cazados y consumidos por los habitantes
humanos de la cueva. Uno de los más notables es un colmillo de oso de
gran tamaño que apareció esta semana.
Antes de que finalice la campaña, por otra parte,
los arqueólogos tienen previsto revisar las galerías interiores de la
cueva, donde en el 2011 se descubrieron las primeras muestras de arte
rupestre paleolítico de Galicia. En las zonas que aún no se han
estudiado, a su juicio, podrían aparecer nuevas pinturas o grabados.
Entre los hallazgos realizados en esta campaña,
por otra parte, figura un fragmento de cerámica que posiblemente
pertenece al Neolítico Medio o Final, como otros restos del mismo tipo
hallados con anterioridad y un enterramiento humano descubierto en el
2012. En esa época prehistórica, las cavernas tenían habitualmente usos
funerarios.
Por otro lado, al comenzar las excavaciones los
arqueólogos comprobaron que personas desconocidas habían forzado el
cierre que protege la cavidad contra incursiones vandálicas. Aunque el
candado que cierra la verja fue abierto -en algún momento indeterminado
de los últimos meses-, los intrusos no llegaron a causar destrozos en el
yacimiento arqueológico ni se llevaron ningún material.
Tecnología neandertal. La herramienta lítica de
la imagen situada a la izquierda de estas líneas fue desenterrada ayer
por la mañana y es un ejemplo representativo de los hallazgos realizados
en esta campaña. Se trata de una lasca de tecnología Levallois -típica
de los neandertales- tallada en cuarcita gris de grano fino. El
utensilio apareció en el llamado nivel arqueológico 4, con una
antigüedad de en torno a 118.000 años.
Actualización 31-08-14: 700 nuevos restos prehistóricos hallados este verano en Cova Eirós ayudarán a conocer mejor algunos aspectos de la vida neandertal / (Vía B&W2)
El trabajo que ha desarrollado este verano un equipo de 11 miembros que ha excavado en Cova Eirós (Lugo, Galicia) se ha saldado con más de 700 nuevos restos prehistóricos, entre fauna y herramientas de industria lítica que ayudarán a conocer mejor algunos aspectos de la vida cotidiana de las comunidades neandertales que habitaron esa zona hace entre 84.000 y 118.000 años...
1/4. Dent d´ós de les cavernes trobat a Cova Eirós - IPHES |
Actualización 18-09-14: Posibles pistas sobre la extinción de los neandertales en el sur lucense
Los yacimientos paleolíticos del sur lucense pueden
ocupar un importante lugar en uno de los grandes debates científicos
sobre la prehistoria, el referente a la desaparición de las poblaciones
peninsulares del hombre de Neandertal y a su sustitución por el Homo sapiens moderno. Esta cuestión fue planteada en el congreso de la Unión Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas,
celebrado recientemente en Burgos. Los investigadores del proyecto
«Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca Media del Miño»
presentaron en este simposio los hallazgos realizados en los últimos
años en los yacimientos de Cova Eirós -Triacastela- y Monforte que están
relacionados con esa etapa prehistórica.
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Actualización: Hallan restos de cerámica decorada en Cova Eirós
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