One of these vertebrae does not belong to Lucy (Image: Dave Einsel/Getty) |
Lucy, arguably the world's most famous early human
fossil, is not quite all she seems. A careful look at the ancient
hominin's skeleton suggests one bone may actually belong to a baboon.
In November 1974, palaeoanthropologists
Donald Johanson and Tom Gray made the discovery of a lifetime near the
village of Hadar in Ethiopia: dozens of fossil fragments belonging to a
single hominin skeleton dating back 3.2 million years.
Once the fragments had been pieced together, the skeleton was declared to be of the species Australopithecus afarensis. But the skeleton became known as Lucy, inspired by a Beatles song that blasted out of a cassette player as the researchers celebrated their discovery that evening.
Forty years later, thanks to its age and
completeness, Lucy remains an important specimen. It shows, for
instance, that our distant ancestors began to walk upright on two legs long before they developed big brains.
It's no surprise, then, that replicas of the skeleton are on display at museums across the world. But when Gary Sawyer
and Mike Smith at the American Museum of Natural History in New York
recently began work on a new reconstruction of Lucy's skeleton, with
help from Scott Williams at New York University, they noticed something odd. [...] .newscientist.com (Via B&W 3)
Actualización 13-04-15: Un hueso del esqueleto de Lucy pertenece a un babuíno
Un equipo de paleoantropólogos han hallado en el esqueleto de Lucy un hueso de babuino. Según han explicado los expertos, se ha encontrado una vértebra que es sensiblemente más pequeña que el resto de los huesos de la espalda de la especie 'Australopithecus afarensis', a la que pertenece este antepasado del hombre.
Los restos de Lucy, hallados en noviembre de 1974 en Hadar (Etiopía), son unos de los más reconocidos del mundo científico. Formado por decenas de fragmentos de fósiles pertenecientes a un solo esqueleto de homínido, se dataron sus orígenes hace 3.200.000 años.
Una vez estudiado, el esqueleto fue declarado de la especie 'Australopithecus afarensis' y se determinó que pertenecía a una mujer. Desde entonces, se trabaja a fondo con él para saber más sobre sus orígenes y se ha llegado a descubrir, por ejemplo, que los antepasados del hombre comenzaron a caminar erguidos sobre dos piernas mucho antes de que desarrollaran cerebros grandes.
Desde entonces, las réplicas del esqueleto están en exhibición en museos de todo el mundo. Pero cuando Gary Sawyer y Mike Smith en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York comenzaron, recientemente, a trabajar en una nueva reconstrucción del esqueleto de Lucy, con la ayuda de Scott Williams de la Universidad de Nueva York, notaron algo extraño.
"Mike señaló que uno de los fragmentos, al que nadie había prestado mucha atención, parecía bastante pequeño como para coincidir con el resto de la columna vertebral de Lucy", ha apuntado Williams, quien había estado trabajando anteriormente en la columna vertebral de otro homínido temprano, el 'Australopithecus sediba'.
Pronto llegaron a la conclusión de que no pertenecía a Lucy porque "era demasiado pequeña". Una posible explicación es que el fragmento de vértebra venga de un segundo miembro: de juveniles de la misma especie que Lucy.
Así que Williams y Meyer hicieron un estudio comparativo que incluyó vértebras de otros fósiles de 'Australopithecus'. Para satisfacer a una corazonada personal, Williams también agregó vértebras de otros animales conocidos que han vivían en la región de Hadar en la misma época que Lucy, como puercoespines y cerdos. Los resultados mostraron, sorprendentemente, que el fragmento no puede ser de 'Australopithecus' "en absoluto".
El hueso de babuíno coincidía de manera total, "tanto en forma como en tamaño", según ha apuntado el científico. Así que el equipo dio por resuelto el misterio. "Parece que una vértebra torácica de babuino se ha mezclado con los restos de Lucy", ha concluido.
Para Williams puede haber una razón simple de por qué nadie se dio cuenta de que los restos de Lucy incluían un fragmento de hueso de babuino, a pesar de que muchos científicos han examinado el esqueleto, y es que la mayoría de los expertos no han trabajado extensamente en estos huesos.
"Dado que los huesos rotos son siempre un problema y la mayoría de nosotros no son especialistas vertebrales, no sería inusual haber cometido un pequeño error", ha señalado a 'New Scientist'.
Actualización 13-04-15: Un hueso del esqueleto de Lucy pertenece a un babuíno
Un equipo de paleoantropólogos han hallado en el esqueleto de Lucy un hueso de babuino. Según han explicado los expertos, se ha encontrado una vértebra que es sensiblemente más pequeña que el resto de los huesos de la espalda de la especie 'Australopithecus afarensis', a la que pertenece este antepasado del hombre.
Los restos de Lucy, hallados en noviembre de 1974 en Hadar (Etiopía), son unos de los más reconocidos del mundo científico. Formado por decenas de fragmentos de fósiles pertenecientes a un solo esqueleto de homínido, se dataron sus orígenes hace 3.200.000 años.
Una vez estudiado, el esqueleto fue declarado de la especie 'Australopithecus afarensis' y se determinó que pertenecía a una mujer. Desde entonces, se trabaja a fondo con él para saber más sobre sus orígenes y se ha llegado a descubrir, por ejemplo, que los antepasados del hombre comenzaron a caminar erguidos sobre dos piernas mucho antes de que desarrollaran cerebros grandes.
Desde entonces, las réplicas del esqueleto están en exhibición en museos de todo el mundo. Pero cuando Gary Sawyer y Mike Smith en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York comenzaron, recientemente, a trabajar en una nueva reconstrucción del esqueleto de Lucy, con la ayuda de Scott Williams de la Universidad de Nueva York, notaron algo extraño.
"Mike señaló que uno de los fragmentos, al que nadie había prestado mucha atención, parecía bastante pequeño como para coincidir con el resto de la columna vertebral de Lucy", ha apuntado Williams, quien había estado trabajando anteriormente en la columna vertebral de otro homínido temprano, el 'Australopithecus sediba'.
Pronto llegaron a la conclusión de que no pertenecía a Lucy porque "era demasiado pequeña". Una posible explicación es que el fragmento de vértebra venga de un segundo miembro: de juveniles de la misma especie que Lucy.
Así que Williams y Meyer hicieron un estudio comparativo que incluyó vértebras de otros fósiles de 'Australopithecus'. Para satisfacer a una corazonada personal, Williams también agregó vértebras de otros animales conocidos que han vivían en la región de Hadar en la misma época que Lucy, como puercoespines y cerdos. Los resultados mostraron, sorprendentemente, que el fragmento no puede ser de 'Australopithecus' "en absoluto".
El hueso de babuíno coincidía de manera total, "tanto en forma como en tamaño", según ha apuntado el científico. Así que el equipo dio por resuelto el misterio. "Parece que una vértebra torácica de babuino se ha mezclado con los restos de Lucy", ha concluido.
88 fragmentos de Lucy identificados
Destaca, sin embargo, que el análisis de estos restos, que se presentarán en una reunión de la Sociedad Paleoantropología en San Francisco, también supone la confirmación de que los otros 88 fragmentos fósiles pertenecientes al esqueleto de Lucy están identificados correctamente. En este sentido, el científico ha aclarado que el fragmento de hueso de babuino mal etiquetado no socava la posición importante de Lucy en la evolución del linaje humano.Para Williams puede haber una razón simple de por qué nadie se dio cuenta de que los restos de Lucy incluían un fragmento de hueso de babuino, a pesar de que muchos científicos han examinado el esqueleto, y es que la mayoría de los expertos no han trabajado extensamente en estos huesos.
"Dado que los huesos rotos son siempre un problema y la mayoría de nosotros no son especialistas vertebrales, no sería inusual haber cometido un pequeño error", ha señalado a 'New Scientist'.
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