viernes, 22 de mayo de 2015

Evolucionar también duele - Quo


 
Cuando nuestros ancestros caminaron erguidos se dio un gran paso en la historia.

Los rayos del sol caen sin pudor en el ecuador africano. Bajo la sombra protectora de los árboles, un grupo de Australopithecus afarensis recolecta los frutos que les servirán de alimento; para hacerlo solo tienen que recorrer entre cuatro o seis kilómetros a la redonda. No es una gran distancia, pero es muy probable que la joven Lucy —nombre con el que ahora la conocemos— se canse más que los otros. ¿Cómo saber eso? Los científicos que han estudiado los restos de Lucy —hallados en Etiopía, en 1974— proponen esa hipótesis porque la forma de su columna permite suponer que padeció la enfermedad de Scheuermann y, como consecuencia, desarrolló pie plano.

Para algunos investigadores, la curvatura anormal que presenta la columna de Lucy, quien vivió hace 3.2 millones de años, es una evidencia de lo que han llamado las “cicatrices de la evolución”, es decir, todas aquellas afecciones que padecemos por caminar erguidos y tener la anatomía que hoy nos caracteriza como Homo sapiens sapiens.

El primero en hablar del costo que pagamos los humanos por evolucionar en homínidos bípedos fue el antropólogo Wilton M. Krogman, en su artículo “Scars of Evolution”, el cual publicó en la revista Scientific American, en 1951. [...] quo.mx/

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