Atapuerca teme por su futuro

1/5. Capas superiores de la Gran Dolina, yacimiento en el que se encontró el Homo Antecessor.

La fuga de talentos investigadores en el Estado preocupa a los responsables de los yacimientos, que temen que instituciones extranjeras puedan hacerse cargo de las excavaciones, algo que ya intentaron en el pasado

septiembre de 1984. El matrimonio De Lumley, una referencia mundial en arqueología, viaja a Madrid para analizar los fósiles encontrados en Atapuerca meses antes. Cuando Marie Antoinette entra en el despacho en el que descansan los hallazgos, encuentra a varios de los miembros del equipo investigador español esperándola. La mujer no duda. Se acerca a la mesa en la que están dispuestos los fósiles y deja caer un maletín enorme. Está vacío. La arqueóloga piensa usarlo para llevarse a Francia los restos. Una declaración de intenciones en toda regla.

“Si los fósiles se van, tu equipo se va también”. Los pupilos del entonces responsable de los yacimientos, el paleontólogo Emiliano Aguirre, se rebelaron porque sabían todo lo que estaba en juego. La ciencia española -más aún la arqueología-, empezaba a andar después de décadas de ostracismo y, de repente, un tesoro arqueológico brotaba de las entrañas de la tierra. La comunidad científica internacional veía con condescendencia a aquel grupo de imberbes que, sin apenas experiencia, querían debutar jugando en las grandes ligas. Si Marie Antoniette conseguía lo que quería, aquel maletín sería el primero de muchos. De ahí el efusivo rechazo del joven equipo investigador a aquella tentativa chauvinista. “¿Pero quién va a ser capaz de estudiar en España algo como esto? ¡Aquí no hay paleoarqueólogos!”, clamaba Marie Antoniette. [...] noticiasdegipuzkoa.com


Actualización 15-07-15: Audio. Atapuerca futuro incierto|Radio Euskadi | Boulevard en Radio Euskadi



Uno de los directores de Atapuerca, Jose Maria Bermúdez de Castro, nos habla de la situación por la que atraviesa el conocido yacimiento, debido a la falta de  relevo generacional, provocada a su vez, por la fuga de investigadores. Además conocemos a Idoia Goikoetxea, bióloga antropóloga, que trabajó durante 5 años en Atapuerca, y una vez concluya su tesis, tiene que marcharse al extranjero.