Europa Press El Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo (ILC) del CSIC ha constatado la utilización de técnicas de vid "muy avanzadas" para la sociedad del III y II milenio A.C., que extendieron los fenicios en la Península Ibérica y han perdurado hasta el siglo XX, según informa la institución.
Así, el CSIC ha corroborado la influencia de la zona siro-palestina de la Edad de Bronce en el sistema de viticultura introducido por los fenicios, que supuso una revolución en la economía y el paisaje de la Península Ibérica en el I milenio A.C. e impulsó el cultivo de la vid y el consumo del vino por todo el Mediterráneo.
En este sentido, el doctor José Ángel Zamora, científico titular del ILC que ha estudiado restos vinarios y documentación arqueológica y textual (tablillas de barro) de las comunidades asentadas en las antiguas tierras de Mesopotamia, Egipto y, especialmente, Siria-Palestina, ha afirmado que "pese a que eran culturas de hace más de 3000 años, utilizaban técnicas de viticultura muy avanzadas, tenían un profundo conocimiento de la planta y consiguieron un temprano dominio de su cultivo, que se intensifico y extendió hasta hacerse fundamental en la zona, con el objetivo preferente de elaborar vino". Asimismo, ha señalado que "su producción y consumo se convirtió en un rasgo cultural de gran presencia y arraigo, característico del modo de vida y de la mentalidad del grupo".
Igualmente, el CSIC ha constatado la existencia en una zona siro-palestina en la Edad del Bronce próximo-oriental (III y II milenios A.C.) de una extensión del cultivo de la vid que, al final de este período, dio lugar a modificaciones del paisaje y nuevos desarrollos económicos, que incluían el cultivo especializado y las exportaciones de la producción excedentaria del vino, "siempre como un bien de prestigio muy cotizado". En ese momento (1500-1200 A.C.), el uso y el consumo de vino ya había adquirido "importantes" valores simbólicos y formaba parte fundamental de las creencias y prácticas de la comunidad.
En el yacimiento de la antigua ciudad 'cananea' de Ugarit (próxima a la actual Latakia, en Siria) se hallaron miles de tablillas de barro, correspondientes a la literatura mítica de sus habitantes, a los textos rituales, a la correspondencia de las élites y, principalmente, a los registros legales y a la contabilidad del palacio real, que permitió desarrollar una investigación específica sobre la vid y el vino en Ugarit. Así, con este estudio, el CSIC ha desvelado cómo eran los cananeos de finales del II milenio, las formas de cultivo, las técnicas de producción de vino, la gestión administrativa de la producción y el consumo de la bebida o su valor y usos ideológicos.
Además, Zamora ha señalado que "a partir de los fenicios es cuando la viticultura se dispara en la Península Ibérica. La agricultura se dirige al cultivo de la vid orientado a la elaboración del vino y supone una auténtica transformación en el paisaje, en la economía, en la sociedad y en el general de la cultura de los antiguos habitantes peninsulares".
La exposición 'La vid, el vino y el CSIC', que cerrará sus puertas en el Jardín Botánico de Madrid el próximo 10 de enero, incluye referencias a estas investigaciones sobre la evolución de la viticultura desde el Próximo Oriente Antiguo hasta la actualidad. La muestra, que ha sumado más de 25.000 visitas desde el pasado 15 de octubre, ha contado con la colaboración de 9 bodegas: Terras Gauda, Vega Sicilia, Marqués de Riscal, Grupo Estévez, Freixenet, Abadía da Cova, Borsao, Alto Moncayo y Lustau y la Plataforma Tecnológica del Vino. eldia.es
jueves, 7 de enero de 2016
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