1/4. Image credit: Parker et al (2016) |
The skull of an ape-like Australopithecus found in 1924 and nicknamed the Taung Child revolutionised our view of human origins. It suggested humans evolved in Africa, not Eurasia as previously thought.
No other hominin fossils have been found at the site since. But now a fossilised bee’s nest provides an insight into the local habitat in which that early human lived almost 3 million years ago – and hints that more fossils could be waiting to be discovered.
It is generally thought that the Taung Child was unearthed in the remains of a small cavern as the rocks containing the skull appear similar to cave-formed limestones.
“All other South African hominins come from cave sediments formed within old Precambrian [limestones],” says Philip Hopley at Birkbeck, University of London. These include Australopithecus sediba, discovered in 2008, and the impressive haul of Homo naledi skeletons found in 2013.
But in 2013, Hopley and his colleagues suggested an alternative: that the Taung Child was preserved in a 2.8-million-year-old surface soil.
A fossilised bee’s nest Hopley and his team found at Taung in 2010 supports the idea. It was built by an ancient relative of the solitary bees that nest on open ground in the present day, say the researchers. [...] New Scientist / Link 2
Journal reference: PLoS One, Fossil Carder Bee's Nest from the Hominin Locality of Taung, South Africa
Actualización: Un nido de abeja fósil revela un hábitat del austrolopithecus
El análisis del primer nido de abeja fósil del Plio-Pleistoceno de Sudáfrica sugiere que el ancestro humano Australopithecus africanus vivió en un ambiente de sabana seca.
Europa Press. El análisis del primer nido de abeja fósil del Plio-Pleistoceno de Sudáfrica sugiere que el ancestro humano Australopithecus africanus vivió en un ambiente de sabana seca.
Es la conclusión de un estudio publicado en PLoS ONE por Jennifer Parker, del University College de Londres, y sus colegas.
Hay poca información paleoecologica disponible para el yacimiento en el sur de África donde el primer Austrolophitecus africanus fósiles -- conocido como el 'Niño de Taung'-- fue descubierto. Sin embargo, los fósiles relacionados con los insectos, abundantes en el sitio, pueden ayudar a comprender el paleoambiente.
Las abejas, por ejemplo, tienden a construir sus nidos característicos en condiciones determinadas. Parker y sus colegas analizaron con escáner CT un nido de abeja fósil que fue descubierto cerca del sitio del 'Niño de Taung' para determinar su estructura interna y por lo tanto los tipos de abejas que lo construyeron.
El nido fósil estaba excepcionalmente bien conservado, y la estructura de sus células y túneles sugiere que fue hecha por una abeja solitaria que anidaba en el suelo. Estas abejas suelen anidar a la intemperie expuestas al sol, lo que refuerza otra evidencia reciente de que austrolopithecus africanus vivió en sabanas secas.
Los fósiles relacionados con los insectos son comunes, pero se les pasa por alto en gran medida en los sitios donde vivían los antepasados humanos, según los investigadores, por lo que su trabajo pone de relieve la contribución que tales fósiles pueden aportar a la comprensión de los entornos en los que vivían los antepasados humanos.
"Cuando Raymond Dart publicó su descripción del 'Niño de Taung' en 1925 cambió profundamente nuestra comprensión de la evolución humana", dice el coautor del estudio Philip Hopley. "En los 90 años siguientes a su descubrimiento, la atención de los antropólogos se ha trasladado a otros sitios y especímenes africanos, y la investigación en Taung se ha visto obstaculizada por la compleja geología y la datación incierta. La nueva investigación en Taung está ayudando a reconstruir el entorno en el que esta enigmático homínido vivió y murió ".
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