La última Edad de Hielo se corresponde con el último período glacial. Se trata de un fenómeno, más o menos reciente en la historia de la Tierra, en el que extensas zonas de la superficie terrestre fueron ocupadas por casquetes de hielo, debido a que el clima se enfrió drásticamente en todo el globo terráqueo, afectando incluso a las zonas tropicales y provocando una regresión de los mares. El norte de América fue una de esas zonas que, en gran parte, se congeló. La última Edad de Hielo se inició hace unos 110.000 años, llegó a su apogeo hace unos 20.000 años y, finalmente, colapsó de forma drástica hace unos 12.000 años.

Un nuevo estudio demuestra que la gente que vivió en Norteamérica, a finales de la última Edad del Hielo, ya cazaba caballos y camello hace unos 13.300 años, mucho antes de lo que se pensaba, según demuestra un equipo de investigadores dirigido por el antropólogo Mike Waters de la Universidad de Texas A&M.

Desde mediados del siglo XX, la hipótesis más aceptada entre los arqueólogos era que los clovis fueron los primeros habitantes de americanos. Se fundamentaban principalmente en que no se había encontrado ninguna prueba sólida de presencia humana preclovis. Según se pensaba, aprovechando el período en el que el nivel del mar estaba más bajo por la glaciación, el pueblo clovis cruzó el puente de Beringia, sobre el estrecho de Bering, de Siberia a Alaska hace unos 13.000 años. Más tarde, tomaron dirección hacia el sur a través de un corredor libre de hielo al este de las Montañas Rocosas, en la zona oeste del actual Canadá, a medida que el glaciar iba retrocediendo.

Waters, que es director del Centro para el Estudio de los Primeros Americanos en la Universidad de Texas A&M, en colaboración con investigadores canadienses de la Universidad de Calgary y daneses de la Universidad de Aarhus, desmonta esta hipótesis. Este equipo de investigadores ha examinado los restos óseos descuartizados de siete caballos y de un camello que se encontraban en una zona conocida como la playa de Wally, a unos ochenta kilómetros al sur de Calgary, en Canadá. En este lugar, hace miles de años, las praderas onduladas del Canadá Central fueron el hogar de numerosas especies de animales, que fueron acechadas por los primeros cazadores norteamericanos. Los caballos y el camello, en este caso, fueron sacrificados en un área pequeña cerca de un lugar donde los cazadores podían vadear el río, según comenta Waters.

Sin embargo, lo peculiar de esta investigación son las dataciones que nos ofrece el radiocarbono de los restos óseos, ya que demuestran que los animales fueron abatidos hace 13.300 años, es decir, unos 300 años antes de las evidencias que hasta ahora se tenían de que hubiera cazadores en esta región. Los resultados de este trabajo han sido publicados recientemente en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).

Según ha declarado Waters a los medios de comunicación, "nuestro estudio muestra que estos primeros cazadores se encontraban en esta zona mucho antes de que los Clovis habitasen la región" y, siguió explicando, "esta investigación añade más información relativa a los primeros habitantes de América del Norte y al papel que los cazadores humanos jugaron en la extinción de los grandes mamíferos al finales de la última Edad de Hielo".

Los investigadores sólo han encontrado herramientas básicas simples y lascas en el lugar del descuartizamiento de los animales abatidos, pero no han aparecido restos de puntas de lanza asociadas.