Un estudio dice que un fósil sin clasificar es el humano más antiguo.
STW 53 acaba de encender una fuerte polémica entre los antropólogos. Este pequeño fósil, descubierto en 1976, permanecía sin clasificar y perdido en un almacén desde esa fecha. Ahora, el antropólogo Darren Curnoe, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia), asegura que los restos son de una nueva especie humana que ha bautizado como homo gautengensis.
El estudio de Curnoe, pendiente de publicación en HOMO - Journal of Comparative Human Biology, afirma que, debido a la antigüedad del espécimen, se trata del homo más antiguo encontrado hasta el momento. En declaraciones a Discovery News, Curnoe ha arremetido contra el reciente hallazgo de otro grupo de investigadores, que presentó en abril en Science al australopithecus sediba. El fósil, hallado en la misma zona de Suráfrica que el STW 53 conocida como la Cuna de la Humanidad, era considerado el posible ancestro del género Homo. "El gautengensis implica que es muy poco probable que el sediba sea un ancestro humano", detalló Curnoe.
Lee Berger, autor principal del trabajo que dio a conocer al sediba (ver vídeo relacionado), no esconde su enfado. "Este supuesto estudio es como un editorial", explica a Público. "No debería haberse publicado jamás", añade.
The cranium of Malapa Hominid 1, Holotype of Australopithecus sediba from South Africa. Photo by Brett Eloff, courtesy Lee Berger and the University of the Witwatersrand. This is a file from the Wikimedia Commons.
Dos análisis
Desde que fue encontrado, algunos expertos han asegurado que STW 53 era un australopiteco. Otros creyeron que era un homo habilis. Curnoe apoyó esta teoría en 2006 después de un primer análisis de los restos. Sin embargo, tras un segundo estudio que incluyó otros fragmentos de cráneos y mandíbulas encontrados en Sterkfontein, afirma que se trata de una especie nueva que vivió desde hace dos millones de años hasta hace unos 600.000. Para llegar a esta conclusión ha comparado los restos con los de homo habilis y homo erectus. Según Curnoe, el gautengensis medía un metro y pesaba unos 50 kilos. Pasaba la mayor parte de su vida colgado de los árboles, pero ya usaba herramientas.
Curnoe cree que la supuesta nueva especie no era capaz de hablar. Aunque ya tenía rasgos similares a los del sapiens, no era su ancestro directo. La forma avanzada de su cráneo y sus dientes le hacían más cercano al futuro homo sapiens que el australopithecus sediba. Esta especie era "mucho más primitiva que el gautengensis, que vivió en el mismo lugar", señala Curnoe.
"No es un estudio riguroso", advierte Berger. El investigador señala que Curnoe no ha comparado sus fósiles con ninguna especie de australopiteco, incluido el sediba. Además, añade, una de las muestras que Curnoe usa para definir su especie ya fue utilizada por otro autor, que lo atribuyó a otra diferente.
El nuevo hombre de Gauteng
Darren Curnoe ha realizado un análisis y reconstrucción del fósil ‘STW 53', descubierto en 1976 y no atribuido a ninguna especie concreta.
Ha incluido otros fósiles que parecen de la misma especie y han sido hallados en la misma zona de Suráfrica.
Su morfología se ha comparado con ‘homo habilis' y ‘homo erectus', pero no con la de australopitecos.Concluye que ‘STW 53' es una especie distinta, que fabricaba herramientas y hacía fuego, pero no podía hablar.
Su nombre, ‘homo gautengensis', hace referencia a la provincia de Gauteng donde fue hallado.
Texto por NUÑO DOMÍNGUEZ / Público.es
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