Expertos del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) han restaurado las defensas o colmillos de mamut localizados en 2007 en el barranco de La Boella, en La Canonja, que podrían otorgar al yacimiento una antigüedad de un millón de años.
Se trata de la restauración preliminar de un par de piezas dentarias, de un tamaño de 1,8 metros, que han sido limpiadas y embaladas para garantizar su conservación. Por el momento, serán depositadas en los almacenes municipales de La Canonja.
Esta intervención previa "era imprescindible para preservar estos fósiles y observarlos durante los estudios transdisciplinarios", ha subrayado en rueda de prensa el responsable de la excavación e investigador del IPHES, Josep Vallverdú.
La restauración de las defensas se ha presentado coincidiendo con el final de la campaña de excavaciones de este año, que han llevado a cabo personal del IPHES y del Museo de Ciencias Naturales de Madrid del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Los trabajos llevados a cabo en esta cuarta campaña han puesto a descubierto herramientas de piedra de una antigüedad mínima de 800.000 años, localizadas "en las capas de tierra más antiguas que se conocen del barranco", ha asegurado Vallverdú.
En concreto, se han localizado herramientas "poco elaboradas" en la zona de La Mina, que hasta ahora no se había excavado, propias de "técnicas de talla muy arcaicas" y que son "bastante diferentes a las piedras elaboradas encontradas junto al mamut en el año 2007".
También se han encontrado abundantes restos de caballos, ciervos, úrsidos y acumulaciones de improntas figuradas de ramas.
Según el director de la excavación, las pruebas de que se disponen actualmente "apuntan que el poblado prehistórico ocupó un remoto y largo periodo, de entre un millón y 800.000 años de antigüedad", época "clave" porque fue cuando se produjeron las primeras dispersiones humanas fuera de África.
Después, parece que la cuenca del Francolí se despobló hasta nuevas llegadas de grupos en torno a 500.000 años atrás, tal y como se ha demostrado en el yacimiento de la Cansaladeta, en el municipio de La Riba, ha añadido.
No obstante, no se descarta que en próximas intervenciones se encuentren nuevas capas de tierra con testigos materiales de la presencia humana en este periodo, entre 800.000 y 500.000 años, ni tampoco en torno 1,5 y un millón de años. EFE
Saber más: Troben a la Boella instruments de pedra molt arcaics, d’una antiguitat mínima de 800.000 anys. IPHES (catalán, castellano, inglés y francés).
Se trata de la restauración preliminar de un par de piezas dentarias, de un tamaño de 1,8 metros, que han sido limpiadas y embaladas para garantizar su conservación. Por el momento, serán depositadas en los almacenes municipales de La Canonja.
Esta intervención previa "era imprescindible para preservar estos fósiles y observarlos durante los estudios transdisciplinarios", ha subrayado en rueda de prensa el responsable de la excavación e investigador del IPHES, Josep Vallverdú.
La restauración de las defensas se ha presentado coincidiendo con el final de la campaña de excavaciones de este año, que han llevado a cabo personal del IPHES y del Museo de Ciencias Naturales de Madrid del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Los trabajos llevados a cabo en esta cuarta campaña han puesto a descubierto herramientas de piedra de una antigüedad mínima de 800.000 años, localizadas "en las capas de tierra más antiguas que se conocen del barranco", ha asegurado Vallverdú.
En concreto, se han localizado herramientas "poco elaboradas" en la zona de La Mina, que hasta ahora no se había excavado, propias de "técnicas de talla muy arcaicas" y que son "bastante diferentes a las piedras elaboradas encontradas junto al mamut en el año 2007".
También se han encontrado abundantes restos de caballos, ciervos, úrsidos y acumulaciones de improntas figuradas de ramas.
Según el director de la excavación, las pruebas de que se disponen actualmente "apuntan que el poblado prehistórico ocupó un remoto y largo periodo, de entre un millón y 800.000 años de antigüedad", época "clave" porque fue cuando se produjeron las primeras dispersiones humanas fuera de África.
Después, parece que la cuenca del Francolí se despobló hasta nuevas llegadas de grupos en torno a 500.000 años atrás, tal y como se ha demostrado en el yacimiento de la Cansaladeta, en el municipio de La Riba, ha añadido.
No obstante, no se descarta que en próximas intervenciones se encuentren nuevas capas de tierra con testigos materiales de la presencia humana en este periodo, entre 800.000 y 500.000 años, ni tampoco en torno 1,5 y un millón de años. EFE
Saber más: Troben a la Boella instruments de pedra molt arcaics, d’una antiguitat mínima de 800.000 anys. IPHES (catalán, castellano, inglés y francés).
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