A lo largo de la vida se conocen muchas personas. Algunas te dejan totalmente indiferentes, otras te parecen más o menos majas y luego hay un pequeño grupo de personas que realmente te alegras de haber conocido. Matilde Múzquiz está en ese último grupo.
Cuando fui a hablar con ella para este artículo, Matilde ya estaba enferma, pero era ponerse a hablar de Altamira e iluminársele la mirada. Era como si realmente viajara hasta allí, y no sólo con la mente. Me confesó, de hecho, que cuando estaba en el hospital cerraba los ojos y se veía libre junto a los caballos salvajes de las pinturas de Altamira. Esos caballos le daban ánimos para seguir...
Los caballos de Altamira, por Jaime Fernández en el número 53 de Tribuna Complutense, con fecha 20 de marzo de 2007. Texto completo
domingo, 19 de diciembre de 2010
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2 comentarios:
Link roto. :(
Link corregido :)
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