miércoles, 3 de agosto de 2011

Las cuevas malagueñas se exploraron con lámparas cargadas con cera de abeja



Los primeros humanos que fueron capaces de internarse en las grandes cuevas malagueñas (como la de Ardales, o las situadas en el Cantal de Rincón de la Victoria) portaban lámparas que consumían cera de abeja y no grasa animal, como se creía hasta ahora. Una investigación experimental confirma su eficacia en la exploración subterránea y sitúa a las cavidades paleolíticas malagueñas entre las primeras que fueron recorridas en Europa. Los resultados de estos análisis experimentales serán expuestos el día 10 de agosto en Cantabria (Puente Viesgo), dentro del marco de divulgación científica del XXI Ciclo de Conferencias sobre Prehistoria, organizadas por la Sociedad Prehistórica de Cantabria.

Los análisis experimentales, llevados a cabo por los investigadores de la Red Patrimonio Guadalteba Pedro Cantalejo y María del Mar Espejo en las cuevas de Ardales y Tesoro (en el Cantal de Rincón de la Victoria) confirman la eficacia del combustible sólido para la exploración espeleológica de las cavidades subterráneas y refuerza la propuesta científica del uso de la cera de abeja, muy por delante de la grasa animal, ya que los combustibles grasos son muy inestables y se derraman a lo largo de la difícil progresión en los ambientes subterráneos de las grandes cuevas malagueñas, poniendo en peligro a las personas que pudiesen formar parte de las exploraciones... Guadalteba.com

Texto completo reproducido en la edición 03-08-11 del Archivo del noticiario.

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