ORÍGENES // JOSÉ MARÍA BERMÚDEZ DE CASTRO
* Director del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana, Burgos
Todas las evidencias apuntan a colonizaciones sucesivas durante el Pleistoceno de nuestra vieja y querida Europa. En la sierra de Atapuerca se tiene constancia nada menos que de cuatro poblaciones de homínidos diferentes. Una de las colonizaciones ocurrió hace aproximadamente 600.000 años. Se trataba de los antecesores de los neandertales. Llegaron con nuevas tecnologías, lo que les permitió alcanzar el paralelo 52 en regiones donde se sitúan actualmente países como Alemania y Polonia. Puede que hibridaran con los homínidos indígenas que poblaban el sur de Europa o que los eliminaran de la mayoría de sus hábitats. Incluso se puede especular con la hipótesis de que estos nuevos colonizadores se encontraran con una Europa vacía, en la que sus escasos habitantes habrían sucumbido a los rigores climáticos.
¿Qué sucedió después de esta nueva invasión, favorecida sin duda por una importante mejoría climática? Las glaciaciones de aquellos tiempos remotos tenían una larga duración en contraste con los relativamente cortos periodos de tiempo de las épocas interglaciares. No obstante, los aproximadamente 20.000 años de una fase interglaciar fueron tiempo suficiente para colonizar un continente, adaptarse a nuevos hábitats, idear nuevas tecnologías como el control del fuego, mejorar las estrategias de caza, etc. Los antecesores de los neandertales tuvieron un enorme éxito adaptativo en Europa, como demuestran las evidencias del registro arqueológico.
Sin embargo, las fases glaciales fueron muy duras como para permitir que las tribus europeas del Pleistoceno medio se mantuvieran unidas mediante lazos duraderos. En estos periodos muchos de los grupos humanos desaparecieron, otros emigraron hacia refugios cálidos en zonas bajas y próximas a la costa. Otros, en fin, ocupaban las penínsulas europeas y tuvieron mayor fortuna. En definitiva, la gran variación que hoy encontramos en la población europea de esta época es fruto de su fragmentación debido a las duras condiciones ambientales. Ahora pensamos que no todas las tribus de la especie pudieron dar origen a los neandertales. Los viejos modelos de una progresiva “neandertalización” de toda la población europea del Pleistoceno medio no se sostienen y dejan paso a la idea de que tan sólo una parte de esa población dio origen a los neandertales.
Los homínidos hallados en la Sima de los Huesos de Atapuerca podrían ser buenos candidatos (aunque no los únicos) a juzgar por todas sus características, especialmente las observadas en los dientes. Pero, siguiendo las ideas del paleoantropólogo Ian Tattersall, también podemos hipotetizar que estos homínidos pudieron ser primos hermanos de los neandertales y tal vez una especie diferente, pendiente de ser nombrada. Un reto más para el Equipo Investigador de Atapuerca.
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lunes, 28 de noviembre de 2011
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