viernes, 20 de enero de 2012

Arousa. Patrimonio hará seguimiento del dolmen para evitar su deterioro

El departamento realizará visitas periódicas a Areoso para vigilar los restos

La naturaleza pega fuerte en Areoso. El mar, el viento y la lluvia actúan con vehemencia en este pequeño territorio enclavado en el centro de la ría. Fueron ellos los responsables de que saliese a la luz un tesoro pétreo que la arena había escondido durante varios miles de años. Ocurrió hace algunos meses, cuando los temporales y las mareas destapaban en este islote de A Illa de Arousa un dolmen cuya existencia estaba documentada pero que todavía no había sido estudiado, y dejaban también al descubierto otras dos estructuras pétreas desconocidas hasta el momento.

Ante lo inusual del hallazgo y el peligro de erosión se tomaron una serie de medidas encaminadas a proteger la estructura funeraria, fundamentalmente la construcción de un muro de protección que evita que la fuerza del mar embista sobre ella.

Pero las labores preventivas no se quedarán ahí. Desde el departamento de Cultura de la Xunta de Galicia aseguran que Patrimonio hará un seguimiento de estos restos para tratar de evitar su deterioro. El servicio de arqueología de la Administración autonómica visitará de forma periódica la isla para comprobar que no existe peligro para la conservación del dolmen y de los demás elementos megalíticos. En caso de que detecten algún problema, estudiarán y pondrán en marcha nuevas medidas para garantizar la preservación de los hallazgos.

Pero no solo la acción de la naturaleza puede incidir desfavorablemente sobre los vestigios localizados en Areoso. También el hombre puede dañar mucho la enorme riqueza arqueológica que existe en el islote arousano. Hace ya algunos años que el Concello y la cofradía de A Illa comenzaron a alertar sobre el peligro que la cada vez más numerosa presencia de bañistas en este pequeño enclave podía tener sobre el territorio. La isla, de unas 8,5 hectáreas, está compuesta fundamentalmente por arena. Es, por tanto, de una fragilidad extrema, e incluso corre peligro de romperse en dos, puesto que su parte central está unida por una leve lengua de arena. Debido a esto, se ha solicitado que se controle el acceso humano a este entorno, igual que se hace con los parajes protegidos del parque nacional de Illas Atlánticas. Los arqueólogos se han sumado ahora a esas voces, habida cuenta de que no solo la isla en sí está en peligro, sino también los abundantes restos arqueológicos que todavía cobija.

Con respecto a los hallazgos más recientes, la colaboración entre Costas y Patrimonio permitió levantar un muro de contención cuya finalidad es impedir que la acción del mar agreda el dolmen aparecido recientemente. Este trabajo de protección fue realizado por el servicio de Costas -pues la estructura descubierta se encuentra emplazada en terreno de su competencia- con la supervisión de los arqueólogos de Patrimonio.

La isla cobija al menos cinco enterramientos megalíticos

desde que en el año 1988 se realizara en Areoso una primera campaña de excavación es bien conocida la riqueza arqueológica de este pequeño territorio insular. Con los últimos descubrimientos, detectados por una brigada de la policía adscrita a la comunidad autónoma, suman cinco los enterramientos megalíticos de los que se tiene constancia en este enclave.

Además, desde Patrimonio tienen la sospecha de que la acción del agua dejará al descubierto nuevos restos en un futuro no muy lejano, lo que podría completar todavía el ya de por sí fascinante mapa arqueológico del islote arousano.

En las campañas de excavación realizadas entre los años 1988 y 1990, dirigidas por el arqueólogo José Manuel Rey García, se estudiaron dos estructuras megalíticas, una cámara y una mámoa sepultada por arena. Una tercera mámoa fue entonces detectada, pero no llegó a ser excavada. Es esta, precisamente, la que salió a la luz recientemente, dejando al descubierto un dolmen y, a su alrededor, una gruesa cobertura formada fundamentalmente por conchas, en su mayoría de ostra.

Además de todos estos restos megalíticos se encontraron también algunos trozos de cerámica y se localizó y se analizó un yacimiento de la Edad del Bronce. Aquí se encontraron dos punzones que fueron considerados por algunos estudiosos como los más antiguos de esa etapa en la Península Ibérica, si bien esta consideración no es unánime, pues cualquier datación relacionada con este islote resulta controvertida.

Nuevas campañas

A pesar de que estaba previsto que se realizasen nuevas campañas de excavación, finalmente no pudieron llevarse a cabo. Quién sabe si con ellas sería posible arrojar luz sobre algunas de las sombras que todavía quedan en Areoso. ¿Estuvo esta isla unida a A Illa alguna vez? Sus pobladores, ¿vivían aquí de forma permanente o lo hacían solo de forma estacional? Y, en caso de que así sea, ¿cuál era la razón que les llevaba a navegar hasta esta pequeña isla? ¿Tenía este territorio algún significado simbólico especial para los hombres de entonces? ¿Fue elegido por alguna razón concreta como lugar de enterramiento? Además de para el reposo eterno, ¿había otro tipo de actividad en este islote?

Quizás el futuro guarde la respuesta a algunas de estas preguntas, pero para ello es preciso que todos estos vestigios del pasado permanezcan ahí, a salvo de la erosión natural y, fundamentalmente, de la acción del ser humano.

Fuente: La Voz de Galicia
Entrada relacionada: 17-01-12. Unha viaxe á Illa dos Mortos (vídeo).

2 comentarios:

USC dijo...

solo una cosa, el artículo muy interesante, pero el sitio se llama Arousa

salaman.es dijo...

Gracias por la corrección USC