La maquinaria que periódicamente arregla la pista de tierra que discurre al lado de los petroglifos de Arcos (Vilamartín), y que conduce al depósito de agua, amenaza con dañar estas figuras, que en 1982 descubrió el arqueólogo vilamartinés, José Fernández. 'Cada pouco pasan máquinas por aí', dijo. Este peligro le llevó a colaborar con el Concello que dirige Enrique Álvarez Barreiro en la colocación de un sencillo cierre, construido con madera recogida en la zona.
El alcalde explicó que los petroglifos, de la Edad del Bronce, fueron localizados cuando trabajaba en la limpieza del camino al depósito de Arcos. Tras colocar la rústica valla de madera y barrer con una escoba las figuras, Enrique Álvarez pretende colocar paneles informativos. Debido a su importancia, no descartó la apertura de una ruta para visitar los de Arcos y también los de Penasdauga.
José Fernández resaltó la importancia de las dos estaciones de petroglifos (Arcos y Penadauga). 'Ocupan moitas decenas de metros', dijo este arqueólogo, que lleva localizados siete yacimientos rupestres en la comarca.
Las piezas de Arcos y Penasdauga son las únicas que fueron elaboradas en conglomerado, usando tierra roja y cantos rodados. Poseen figuras de cazoletas, círculos concéntricos, espirales, laberintos y serpientes. Por otra parte, su localización permite considerar estos petroglifos como los más distantes de la costa gallega... (2 fotos).
La Región Internacional
viernes, 9 de marzo de 2012
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