lunes, 2 de abril de 2012

Granada. Un asentamiento de Algarinejo podría pertenecer a la Edad del Cobre

Expertos de la UGR y del CSIC afirman que el buen estado de la muralla que le circunda le equipara a los mejores recintos prehistóricos de toda Europa


Fuentes de Cesna, un pequeño anejo del municipio de Algarinejo, alberga un recinto fortificado de unos trescientos metros de extensión en su parte más accesible, en cuyo subsuelo puede ocultarse un auténtico tesoro. No precisamente de oro ni piedras preciosas, sino de carácter científico. Su antigüedad podría remontarse a la Edad del Cobre, 3.000 años antes de Cristo, aunque de momento no hay prueba contundente que certifique la misma.

Un pequeño equipo de especialistas en prehistoria y arqueología de la Universidad de Granada (UGR) y del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC), han estudiado sobre el terreno los restos visibles, que los vecinos de la localidad conocen desde tiempos inmemoriales pese a que el lugar en el que se asientan es de difícil acceso. Se trata de un tajo conocido como Villavieja, en cuya cima se halla el mencionado recinto amurallado.

Antecedentes

Tal fortificación ya aparece citada por el político Pascual Madoz, en 1846, en el 'Diccionario Geográfico, Estadístico e Histórico de España y sus posesiones de Ultramar' más conocido como Diccionario Madoz, aunque desde entonces no se ha llevado a cabo investigación alguna sobre la zona y acerca del posible asentamiento prehistórico. Una cuestión que puede tener los días contados desde ahora.

«Mi impresión es que existen indicios que apuntan a que este asentamiento pudiera tener esa cronología de la Edad del Cobre, pero es una hipótesis de trabajo a partir de lo que hemos visto sobre el terreno y tendría que ser confirmada con las oportunas excavaciones arqueológicas», señala al respecto el profesor Antonio Morgado, del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR y quien ha seguido más de cerca toda esta primera labor de investigación sobre el terreno.

Lo cierto es que a partir de los restos existentes, de los numerosos objetos de cerámicas campaniformes, platos y fuentes de bordes engrosados que han sido hallados en el recinto que circunda la muralla -que tiene una superficie comprendida entre 3,5 y 4 hectáreas- por los vecinos de la localidad, los especialistas sospechan que el subsuelo puede ocultar un valioso yacimiento prehistórico cuya edad habrá que datar convenientemente. Podría tratarse de un yacimiento humano, que afloraría en cuanto las excavaciones llegaran al nivel en el que se pudieran apreciar las casas y otras infraestructuras del poblado. Una línea de investigación que sustenta esta tesis en otro hecho relevante: la existencia de hipogeos -bóvedas subterráneas para conservar los cadáveres sin quemarlos- que aparecen excavados en rocas calcarenitas y que por sí mismos indicarían la presencia humana en la zona.

«La primera de las hipótesis que están sobre la mesa es la que hace alusión a un asentamiento humano prehistórico, pero no podemos datarlo porque no hemos llegado a ese punto en la investigación», agrega al respecto el profesor Morgado. No obstante lo anterior, si se confirmase la antigüedad del mismo, sin duda podría ser de primer nivel.

Lo que sí reconoce este experto es que las estructuras de la muralla que están visibles, se encuentran muy bien conservadas. Se trata de un emplazamiento estratégico que eligieron quienes vivieron en esa zona que se encuentra en un paso natural de la depresión del Genil.

Cabe suponer, igualmente, que si hubo una población sedentarizada en el tajo Villavieja, esta ocuparía una estructura de cabañas circulares, hechas con piedras y plantas de los alrededores, como han demostrado otros asentamientos similares repartidos por distintos puntos de la geografía nacional. Siempre con un planteamiento de hipótesis, los habitantes serían agricultores y ganaderos que ya se habían iniciado en la metalurgia del cobre. Habitaban en comunidades, formando poblados y con tareas que realizaban en común.

Plan de investigación

A partir del trabajo que los expertos de la UGR y del CSIC han llevado a cabo hasta la presente, lo que les toca realizar ahora es un completo proyecto de investigación que tendrá que ser remitido a la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura. Tal proyecto contempla una serie de actuaciones que están regladas para este tipo de casos. La primera de ellas, una investigación arqueológica puntual que incluirá, entre otras, la excavación que será la que aflore los restos y en función de su valor, el recinto pueda ser declarado Bien de Interés Cultural (BIC). De ser así, tendría la máxima protección.

A partir de ese momento se tendría que ejecutar un proyecto general de investigación como tal. Ello supone no sólo llevar a cabo la misma, sino también la consolidación y restauración del recinto fortificado y su difusión y visita pública como conjunto arqueológico.

Una vez conseguido todo lo anterior, vendría la parte más amable e interesante para los investigadores, como es la puesta en valor del recinto. Para ello se pueden desarrollar distintas actividades, como la celebración de un congreso internacional sobre este tipo de fortificaciones prehistóricas, su difusión entre la comunidad científica internacional o la publicidad nacional e internacional sobre el evento.

Finalmente, la guinda podría ser la creación de un conjunto arqueológico, con su preceptivo museo, como foco de atracción turística para toda la comarca del Poniente.

Satisfacción municipal

El alcalde de Algarinejo, ... Ideal Digital


Link 2: 27-03-12. Diputación prestará apoyo al Ayuntamiento de Algarinejo en la puesta en valor del yacimiento de Villavieja en Fuentes de Cesna.

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