Se acaba de publicar en la revista Boreas un
estudio liderado por Asier Gómez-Olivencia, del Museo Nacional de
Historia Natural de Paris, del que forma parte Joseba Ríos Garaizar,
investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución
Humana (CENIEH), que plantea una revisión cronológica y
arqueopaleontológicas, de la presencia de los renos más meridionales de
Europa en la Península Ibérica durante el Pleistoceno, gracias al
importante número de restos de Rangifer tarandus inéditos provenientes
de yacimientos de Vizcaya entre los que se encuentran uno de los más
antiguos de la Península Ibérica, datado al final del Pleistoceno Medio,
recuperado en el yacimiento de Arlanpe (Lemoa).
El reno es una especie adaptada a climas fríos y paisajes abiertos y
llanos que actualmente habita cerca del círculo polar pero que durante
el Pleistoceno Medio y el Superior ocupó buena parte de Europa, y a
diferencia de otras especies adaptadas al frío como el mamut o el
rinoceronte lanudo, apenas penetra en la Península Ibérica, estando
restringida su presencia al Norte de Cataluña y a la Cornisa Cantábrica,
especialmente en su extremo oriental.
Como explica Joseba Ríos, esta distribución geográfica no coincide con las representaciones artísticas de renos en arte rupestre y mueble que muestran una distribución más amplia, por ejemplo en la Meseta Norte, lo cual podría reflejar la comunicación cultural de larga distancia o el movimiento de grupos humanos, en definitiva el contactos entre los grupos humanos que habitaron estas regiones.
En este estudio titulado “New evidence for the presence of reindeer (Rangifer tarandus) on the Iberian Peninsula in the Pleistocene: an archaeopalaeontological and chronological reassessment” también han participado investigadores de las Universidades de Burgos y Oviedo, del Arkeologi Museoa, del Euskal Museoa y de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. cenieh.es
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