El arqueólogo Felipe Cadierno denunció ante la Junta perforaciones ilícitas en grutas prehistóricas
Son ladrones de la historia. Conocen las coordenadas, excavan
ilegalmente y venden los tesoros en el mercado negro del arte. El
arqueólogo berciano Feliciano Cadierno denunció hace meses ante la Junta
de Castilla y León el expolio de dos abrigos rocosos en Toreno y Librán
que albergan pinturas rupestres. Los saqueadores intuyeron que si había
arte prehistórico en estas cuevas con seguridad habría objetos de hace
miles de años.
Cadierno, que recorre estas grutas en busca de
nuevas huellas de pinturas esquemáticas para su tesis doctoral sobre
arte rupestre en León, ha sido testigo de la «evolución» de las
excavaciones ilegales. En una pequeña caverna conocida como Buracón de
los Mouros (Librán) detectó que una de las salas había sido ‘perforada’.
Además, los ladrones dejaron rastros del saqueo: olvidaron el fragmento
de un molino de piedra del Neolítico. Cadierno comunicó estos hechos a
Patrimonio, así como sondeos ilícitos en un abrigo rocoso no catalogado
en el inventario de yacimientos, ubicado en San Pedro Mallo (Toreno),
donde el investigador descubrió nuevas pinturas rupestres.
En la
caverna de Toreno Cadierno localizó una excavación de uno por dos
metros y 50 centímetros de profundidad. Cuando regresó días después a la
cueva, los expoliadores habían ampliado la excavación a un área de seis
metros cuadrados y habían bajado hasta una cota de un metro.
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Cazadores de arte rupestre |
Cadierno
afirma que en Peña Piñera y Librán los ladrones han arrancado pinturas
rupestres, algunas con anterioridad a que las cuevas fueran incluidas a
finales de los ochenta en la Carta Arqueológica. [...]
diariodeleon.es
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