martes, 30 de septiembre de 2014

El ocre rojo y las conchas podrían haber sido determinantes en la evolución humana


Esqueleto de una mujer que data de hace unos 23.000 años, conocido como Il Principe, que muestra un tocado hecho de conchas y una masa de ocre entre la clavícula izquierda y la mandíbula. Foto: sciencenews.org

Durante unos 250.000 años, los humanos han empleado conjuntamente ocre rojo y conchas marinas con fines ornamentales y artísticos, lo que contribuyó al desarrollo del pensamiento simbólico de la especie. La integración de diversas líneas de investigación apunta a que su uso combinado tuvo además una importancia directa en la evolución humana.

Esta y otras conclusiones aparecen recogidas en un artículo del investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Carlos Duarte. El científico asegura que la ingesta accidental de pigmentos ocres y una alimentación que incluía moluscos y otros mariscos habrían aportado los nutrientes esenciales para el desarrollo temprano del cerebro y habrían mejorado la adecuación biológica.

El marisco es rico en ácido docosahexaenoico (DHA por sus siglas en inglés), un ácido graso esencial poliinsaturado de la serie omega-3, con un papel importante en el desarrollo del sistema nervioso, el cerebro y la visión mientras que los pigmentos ocres rojos podrían suminstrar hierro, fundamental para la salud reproductiva y el desarrollo cerebral, según el artículo publicado en la revista Trends in Ecology & Evolution.

“Por un lado, el marisco permitió hace unos 200.000 años que los humanos hicieran frente a un periodo climático adverso y, por otro, supuso disponer de una fuente de alimentación fiable en un momento que coincidió con la dispersión de nuestra especie por la costa”, asegura Duarte. [...] csic.es

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