viernes, 10 de junio de 2016

La lámpara portatil más antigua de Iberia iluminó la cueva de la Pileta

Referencia: La caverna iluminada: una singular lámpara gravetiense arroja luz sobre el arte parietal de la cueva de La Pileta (Benaoján, Málaga)
Reference: The illuminated cavern: a singular Gravettian lamp throws light upon the rock art at the cave of La Pileta (Benaoján, Málaga)
Miguel Cortés Sánchez, María Dolores Simón Vallejo, Arturo Morales-Muñiz, Mª Carmen Lozano Francisco, José L. Vera Peláez y Carlos Odriozola Lloret
Trabajos de Prehistoria 73, N.º 1, enero-junio 2016, pp. 115-127, ISSN: 0082-5638 doi: 10.3989/tp.2016.12166 (Pendiente de publicación on line)

(Cortesía Cortés et al.)

Se trata del elemento de iluminación portátil con datación directa más antiguo conocido para Iberia

La pieza 232 de La Pileta es una valva inferior de Ostrea edulis Linné, 1758 (Fig. 2). Formaba parte de un conjunto de materiales recogidos en superficie por Tomás Bullón, guarda de La Pileta, recabados por Juan Temboury (Delegado de Bellas Artes en Málaga) para integrar la colección fundacional del futuro Museo Arqueológico de Málaga. Este conjunto fue catalogado en 1939 por Simeón Giménez Reyna.

Resumen:
En este trabajo presentamos el estudio arqueológico, paleontológico, tafonómico, cronológico y geoquímico de una valva de ostra hallada en la cueva de La Pileta. El ejemplar procede de depósitos fosilíferos neógenos distantes más de 10 km del yacimiento. Una vez adaptada, la concha fue empleada como lámpara portátil. La cronología 14C/AMS de la costra carbonatada que sellaba la cubeta nos remite al periodo Gravetiense. Según diversos indicios en la lámpara, durante su vida útil se procesaron o almacenaron pigmentos. Los datos aportados informan sobre la dispersión del simbolismo del Paleolítico Superior Inicial hasta el extremo sudoccidental europeo, así mismo, suma nuevos elementos al debate sobre la existencia de una fase presolutrense en el arte parietal de La Pileta y, por ende, de todo el sur de la Península Ibérica.

Abstract:
This paper presents an archaeological, paleontological, taphonomical, chronological and geochemical study of a fossil oyster valve retrieved at the cave of La Pileta. The specimen was taken from Neogene fossiliferous deposits located more than 10 km away from the site. The shell was worked so as to become a portable lamp. 14C/AMS dating of the carbonate crust overlying the shell indicates a Gravettian chronology. Different lines of evidence indicate that during its use life, the valve was used to harbor or process pigments. The data presented throw light on the spread of symbolism in the southwestern corner of Europe during the Early Upper Palaeolithic, and add elements to the debate on the existence of a pre-Solutrean stage in the rock art of La Pileta and, by extension, of the southern Iberian Peninsula. (Cortesía de Miguel Cortés)

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Actualización: La primera lámpara ‘made in Spain’ . SUR.es
Una concha hallada en la Cueva de la Pileta resulta ser el sistema de iluminación portátil más antiguo de la Península

Nuria Triguero. La concha de ostra fosilizada ha permanecido en el más absoluto de los olvidos durante más de medio siglo. Formaba parte de un conjunto de materiales encontrados por Tomás Bullón, quien por entonces era el guarda de la Cueva de La Pileta, y que integraron en el año 1939 la colección fundacional del Museo Arqueológico de Málaga. Un objeto más, aunque exótico –dada la lejanía al mar desde el yacimiento– entre los numerosos vestigios hallados en la caverna de Benaoján. Pero el humilde molusco se ha terminado revelando como algo mucho más interesante: es la lámpara portátil más antigua datada en la Península Ibérica, con unos 32.000 años. Esta es la conclusión de un estudio liderado por Miguel Cortés, profesor del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, publicado en la revista ‘Trabajos de Prehistoria’ y que se encuadra dentro de un proyecto de investigación más amplio apoyado por el Ministerio de Economía, la Consejería de Cultura de la Junta y la Universidad del Algarve.

¿Qué hacía una valva de ostra en una cueva situada a decenas de kilómetros de la costa? El minucioso trabajo multidisciplinar del equipo liderado por Cortés ha revelado que los hombres del Paleolítico Superior –concretamente del Gravetiense– la convirtieron en una lámpara portátil para alumbrarse dentro de la cueva de la Pileta mientras preparaban o realizaban las pinturas que hoy maravillan a sus visitantes. Para ello, aquellos primeros artesanos no se conformaron con aprovechar la morfología de la concha, sino que la transformaron a su antojo. Así, según detalla el artículo de Cortés, crearon «un asidero más cómodo mediante percusión directa con percutor duro y una técnica similar a la del retoque en industrias líticas tallada» y pulieron la parte dorsal hasta darle una forma semiesférica, con una pequeña depresión para poder estabilizarla sobre algún resalte del terreno. Después le pusieron una mecha y un combustible que ha dejado residuos evidentes en la concha.

Utilizada para pintar

Los investigadores han encontrado residuos de pigmentos rojos y amarillos en la lámpara, concretamente en la zona por donde se sujetaba. «Las manchas parecen así estar ligadas a la impregnación de los dedos con una sustancia que fue transferida al sujetar la concha», concluye el estudio. Lo más probable es, pues, que quienes utilizaran este primitivo candil fueran los artistas que realizaron las espectaculares pinturas rupestres de la Cueva de la Pileta. Los arqueólogos creen que la ostra fosilizada fue elegida por los hombres prehistóricos para fabricar una lámpara precisamente por su exotismo; por ser un objeto singular que les llamaba la atención.

Además de la relevancia de haber descubierto una de las lámparas «más antiguas del sur de Europa», el estudio es importante porque arroja nueva luz sobre el arte rupestre de La Pileta, ya que las manifestaciones pictóricas más antiguas encontradas en la cueva datan del periodo solutrense, pero los investigadores han concluido que la lámpara es gravetiense, que es anterior. Así, representa una prueba a favor de las teorías sobre la existencia de un horizonte artístico anterior en el yacimiento de Benaoján. Además, parece confirmar la ocupación humana de La Pileta durante el Paleolítico Superior Inicial.

El agricultor que descubrió la Cueva de la Pileta en 1905, José Bullón, la llamó la ‘Cueva de los Letreros’ por los extraños motivos que encontró pintados en sus paredes. Esos «letreros» resultaron ser más de un millar de muestras de arte prehistórico de distintas épocas: desde las esmeradas figuras de animales que dejaron los nómadas del Paleolítico hasta los misteriosos signos geométricos atribuidos a los habitantes del Neolítico. Y es que a lo largo de varios siglos, esta cueva fue punto de encuentro para los grupos humanos que vivían por esta zona. Destacan algunas figuras muy singulares como la yegua preñada o el gran pez de tres metros de largo que preside la Sala del Santuario. También hay pinturas antropomorfas: concretamente arqueros y vulvas femeninas.

La web ‘www.cuevadelapileta.org’ recoge información sobre la historia y el patrimonio artístico, arqueológico y geológico de la cueva.

La Pileta es un excepcional yacimiento de arte rupestre. / SUR

Los Bullón llevan cuatro generaciones velando la gruta: la salvaron de la guerra, batallaron contra su expropiación y hoy siguen haciendo de guías...

2 comentarios:

salaman.es dijo...

Actualización: La caverna iluminada: una singular lámpara gravetiense arroja luz sobre el arte parietal de la cueva de La Pileta (Benaoján, Málaga)

salaman.es dijo...

Actualización: La primera lámpara ‘made in Spain’