martes, 26 de julio de 2016

Viaje a la Prehistoria a través de la gastronomía


Juan Luis Arsuaga, durante su charla en las Jornadas Gastronómicas de la Prehistoria. RAQUEL ASIAÍN
 
En el Parque Paleolitico Vivo de Burgos

El olor a hoguera daba paso a las primeras Jornadas Gastronómicas de la Prehistoria. Este evento, organizado por el parque Paleolítico Vivo de Burgos, ha recreado durante este pasado fin de semana la forma de vivir de nuestros antepasados. Pedro Cura y Lemra Kingi fueron los cocineros que consiguieron que el paladar de todos los asistentes viajase miles de años atrás.

El plato estrella de las jornadas fue la carne de un animal prehistórico, el uro. Éste llegó a desaparecer durante la época romana pero está en proceso de recuperación a través del cruce de grandes bóvidos que, por el color del pelaje y su forma -entre otras cosas-, guardan reminiscencias de lo que eran aquellos animales de gran envergadura.

Kingi, con experiencia como cocinero en los safaris de África, fue uno de los encargados de trasladar a los asistentes al Paleolítico más vivo. Cocinaba la carne como se hace en la tribu de la que proviene, los Masai (Tanzania). Reposaba los filetes de tarpán -un caballo prehistórico- en hojas de árbol para que no tocasen el suelo y, seguidamente, clavaba unos palos en la tierra para asar la carne al fuego. No había cubiertos, no había platos. Todo se comía como en la Edad de Piedra: con las manos. Por su parte, Cura, el cocinero portugués de la empresa Prehistoric Skills Events -dedicada a organizar eventos de este tipo por todo el mundo-, se encargó de cocinar los demás platos: la carne de uro, la de conejo,... EL MUNDO

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