Una de las plaquetas de la Cueva del Parpalló. Autor: Valentín Villaverde |
Científicos españoles han analizado los pigmentos empleados en el arte mobiliar de la cueva del Parpalló (Gandía, Valencia) y han determinado que los tonos amarillos y rojos de esas pinturas paleolíticas derivan de la hematita y la goetita, unos óxidos de hierro naturales extraídos de la zona.
El trabajo, realizado por un equipo multidisciplinar de físicos, químicos y arqueólogos, se publica hoy en la revista PLoS One.
Aunque los ejemplos más importantes del arte rupestre paleolítico en la Península Ibérica se encuentran en Cantabria, la cueva del Parpalló es uno de los yacimientos paleolíticos más importantes del Mediterráneo español, un lugar conocido por su ‘arte mobiliar‘ o ‘arte mueble‘, en el que las representaciones artísticas no se encuentran en las paredes sino en piedras que se pueden transportar.
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