Comparison of the positioning of the foramen magnum in a bipedal springhare (left) and its closest quadrupedal relative, the scaly-tailed squirrel. RUSSO AND KIRK, JOURNAL OF HUMAN EVOLUTION. |
EUROPA PRESS. La evolución del bipedismo en los seres humanos fósiles puede ser detectada recurriendo una característica clave del cráneo, un principio impugnado, pero finalmente validado en un nuevo estudio.
Comparado con otros primates, el agujero grande en la base del cráneo humano por donde pasa la médula espinal, conocido como el foramen magnum, está desplazado hacia delante.
Aunque muchos científicos generalmente atribuyen este cambio a la evolución del bipedismo y la necesidad de equilibrar la cabeza directamente sobre la columna vertebral, otros han criticado el vínculo propuesto.
La validación ahora de esta conexión por investigadores de la Universidad Stony Brook y la Universidad de Texas en Austin, proporciona otra herramienta para que los investigadores determinen si un homínido fósil caminó erguido sobre dos pies como seres humanos o sobre cuatro miembros como grandes simios modernos.
La controversia se ha centrado en la asociación entre el foramen magnum y el bipedalismo desde 1925, cuando Raymond Dart lo discutió en su descripción del "Niño Taung", un cráneo fósil de 2.800 millones de años de la extinta especie Australopithecus africanus de Sudáfrica. Un estudio publicado el año pasado por Aidan Ruth y sus colegas continuó agitando la controversia cuando ofrecieron críticas adicionales de la idea.
Sin embargo, en un estudio publicado en el Journal of Human Evolution, la alumna de antropología de UT Austin, Gabrielle Russo, ahora profesora asistente en la Universidad de Stony Brook, y el antropólogo de UT Austin Chris Kirk construyeron su propia investigación previa para demostrar que un foramen magnum se encuentra no sólo en los seres humanos y sus parientes fósiles bípedos, sino que es una característica común de los mamíferos bípedos en general.
"Esta cuestión de cómo el bipedismo influye en la anatomía del cráneo sigue apareciendo en parte porque es difícil probar las diversas hipótesis si sólo se centran en los primates", dijo Kirk. "Sin embargo, cuando se mira la gama completa de la diversidad entre los mamíferos, la evidencia es convincente de que el bipedalismo y un foramen magnum desplazado hacia adelante van de la mano".
En este estudio, Russo y Kirk ampliaron sus investigaciones anteriores (publicadas en la misma revista en 2013) utilizando nuevos métodos para cuantificar aspectos de la anatomía del foramen magnum y muestrear el mayor número de especies de mamíferos hasta la fecha.
En su trabajo, Russo y Kirk compararon la posición y la orientación del foramen magnum en 77 especies de mamíferos incluyendo marsupiales, roedores y primates. Sus hallazgos indican que los mamíferos bípedos como los humanos, los canguros y los jerbos poseen un foramen magnum más orientado hacia adelante que sus parientes cercanos cuadrúpedos.
"Ahora hemos demostrado que el foramen magnum se desplaza hacia adelante a través de múltiples clados de mamíferos bípedos utilizando múltiples métricas del cráneo, lo que creo que es una evidencia convincente de que estamos capturando un fenómeno real", dijo Russo.
Además, el estudio identifica medidas específicas que se pueden aplicar a la investigación futura para trazar la evolución del bipedismo. "Otros investigadores deben sentirse confiados en hacer uso de nuestros datos para interpretar el registro fósil humano", dijo Russo. europapress.es
Human Skull Evolved Along with Two-Legged Walking, Study Confirms | The University of Texas
The evolution of bipedalism in fossil humans can be detected using a key feature of the skull — a claim that was previously contested but now has been further validated by researchers at Stony Brook University and The University of Texas at Austin.
Compared with other primates, the large hole at the base of the human skull where the spinal cord passes through, known as the foramen magnum, is shifted forward. While many scientists generally attribute this shift to the evolution of bipedalism and the need to balance the head directly atop the spine, others have been critical of the proposed link. Validating this connection provides another tool for researchers to determine whether a fossil hominid walked upright on two feet like humans or on four limbs like modern great apes...
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