2/2. Toma de muestras en la cueva de El Sidrón, en Asturias. CSIC |
El ADN recuperado del suelo de cuevas, procedente de orines o heces de hace miles de años, revela qué especies humanas vivían en ellas
Hoy es inconcebible, pero hace unos 100.000 años coexistían sobre la faz de la Tierra al menos cinco especies humanas diferentes: Homo sapiens, neandertales, hobbits de la isla indonesia de Flores, Homo erectus y denisovanos. Los científicos han hallado restos de cada especie en diferentes yacimientos, pero los fósiles humanos son tan escasos que solo es posible hipotetizar su distribución geográfica. Hasta ahora.
Un equipo internacional de científicos ha conseguido extraer ADN humano de cuevas sin huesos fósiles conocidos. La técnica abre una nueva era en la paleoantropología, al permitir averiguar qué especie humana vivía en un lugar, simplemente analizando los sedimentos del suelo. Al igual que en los colegios se estudia la evolución de las fronteras del Imperio Romano, en el futuro se dispondrá del mapa humano de la prehistoria: hasta dónde llegaba cada especie humana en cada momento.
En una cucharilla de sedimentos tomados en una cueva se pueden identificar billones de fragmentos de ADN.[...] EL PAÍS / Link 2 (Paper) / Link 3 (Vídeo*) / Link 4
A new technique makes it possible to extract the DNA from hominids preserved in sediments | EurekAlert! / Link 2
According to a study in which CSIC has participated, soil sediments from 8 European archaeological sites contain Neanderthal DNA... (Video*)
* Vídeos (2): 1/ Nueva técnica para rastrear ADN en el suelo de los yacimientos - CSIC Comunicación 2/ A new technique makes it possible to trace the presence of hominids in soil sediments - CSIC Comunicación
Ver en PaleoVídeos > L.R.2.12 nº 44 y 45.
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... Pero los expertos en ADN antiguo no están conformes. Querían más y lo han conseguido. Desde hace algún tiempo se perseguía la “quimera” de encontrar el ADN dejado en los antiguos lugares de habitación, a la postre transformados en yacimientos arqueológicos y paleontológicos. Los humanos que visitaron o habitaron ciertos espacios dejaron el rastro de su ADN, como lo hacemos nosotros cada día allí donde nos encontremos. La orina, las heces, el sudor, la piel, etc. contiene células y, por tanto, ADN en cantidades muy notables. Incluso, la degradación de un cadáver puede hacer que mucho de su ADN se transfiera a los sedimentos que lo llegaron a cubrir. Parece complicado que el ADN permanezca inalterado el tiempo necesario, pero no imposible. Cabe pues la posibilidad de conseguir pruebas de la presencia de cualquier especie, aunque hayan transcurrido miles de años...
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