lunes, 8 de mayo de 2017
Changes in Early Stone Age tool production have ‘musical’ ties
New research suggests that advances in the production of Early Stone Age tools had less to do with the evolution of language and more to do with the brain networks involved in modern piano playing.
Around 1.75 million years ago there was a revolutionary innovation in stone tool technology, when early humans moved from making simple Oldowan flake and pebble tools to producing two-sided, shaped tools, such as Acheulian hand axes and cleavers. This advance is thought to reflect an evolutionary change in intelligence and language abilities.
Understanding the link between brain evolution and cognition is a challenge, however, because it is impossible to observe the brain activity of extinct humans. An innovative approach to this challenge is to bring together modern neuroscience methods and material artefacts from the archaeological record.
To understand the brain changes that might have co-evolved with the advance in tool use, researchers in the field of neuroarcheology - from the University of East Anglia’s (UEA) School of Psychology, The Stone Age Institute at Indiana University, and the Department of Anthropology at the University of Iowa - have been examining the brain activity of modern humans as they learn to make Oldowan and Acheulian stone tools. [...] UEA / Link 2
Actualización: La capacidad para aprender música contribuyó a la evolución cognitiva humana / Link 2 / Link 3
EFE.- Las conexiones neuronales con las que los humanos aprenden hoy en día, por ejemplo, a tocar el piano, jugaron un papel clave en la evolución de la inteligencia al comienzo de la Edad de Piedra, según revela un estudio publicado hoy por la revista Nature.
Los expertos coinciden en que hace unos 1,75 millones de años se produjo un salto innovador en la tecnología para fabricar herramientas, cuando aquellos humanos pasaron de los simples instrumentos olduvayenses a los más complejos del periodo achelense, como cuchillas y hachas bifaces de piedra.
Estos avances se han atribuido, hasta la fecha, a los cambios evolutivos ocurridos en la inteligencia y en las habilidades lingüísticas.
Esta es una teoría que ahora tratan de ampliar investigadores de la Escuela de Psicología de la Universidad de East Anglia (R.Unido), del Instituto de la Edad de Piedra de la Universidad de Indiana (EE.UU.) y del Departamento de Antropología de la Universidad de Iowa (EE.UU.).
No obstante, recuerdan, el estudio de la relación entre la evolución del cerebro y la capacidad cognitiva supone un reto en sí mismo, ya que es imposible observar la actividad cerebral en humanos extinguidos.
Para superar esta traba, los investigadores recurrieron a un enfoque innovador, en el que combinan métodos modernos aplicados en el campo de la neurociencia con el manejo de artefactos y herramientas rescatadas por la arqueología.
En este sentido, examinaron con escáneres de "neuroimagen" la actividad cerebral de 31 individuos que aprendieron a fabricar instrumentos olduvayenses y achelenses, con el objetivo de entender los cambios cognitivos que pudieron coevolucionar con los avances en la tecnología de elaboración de herramientas.
Quince de esos sujetos aprendieron en sesiones individuales a trabajar la piedra a través de instrucciones verbales ofrecidas en un vídeo en el que un experto detallaba el proceso de talla de ciertas herramientas, al tiempo que observaban qué conexiones neuronales estaban implicadas en este proceso.
Los otros 16 participantes aprendieron esas técnicas con instrucciones no verbales y visionado los mismos vídeos, si bien habían apagado el sonido.
Los investigadores descubrieron que la coordinación de la atención visual y la redes de control de la motricidad era suficiente para que los sujetos fueran capaces de extraer lascas para fabricar herramientas olduvayenses sencillas.
Por contra, la elaboración de artefactos achelenses requería la integración de memoria visual, auditiva y de información sensoriomotora, así como la planificación de acciones complejas, lo que activaba las mismas áreas del cerebro que se detectan cuando se toca, por ejemplo, el piano.
"El estudio demuestra la existencia de redes cerebrales clave que podrían ser la base del cambio hacia una inteligencia más humana ocurrido hace unos 1,75 millones de años, y creemos que esto marcó un punto de inflexión en la evolución del cerebro humano, provocando la evolución hacia una nueva especie de humanos", explicó uno de los autores, Shelby Putt, del Instituto de la Edad de Piedra de Indiana...
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Actualización: La capacidad para aprender música contribuyó a la evolución cognitiva humana
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