La UNESCO ha aprovechado hoy la celebración de un foro de patrimonio en el Museo de Altamira para lanzar una advertencia sobre el rápido proceso de destrucción que sufre el arte rupestre en todo el mundo, por factores como el turismo, la minería, la obra pública o las guerras.
Santillana del Mar (Cantabria), EFE 15 de junio de 2011.
"No hay ninguna manifestación artística que haya perdurado tanto en el tiempo y que esté más extendida geográficamente que el arte rupestre, pero también podemos asegurar que no hay ninguna que se esté destruyendo a la velocidad que se está destruyendo el arte rupestre", ha asegurado la responsable del Programa de Prehistoria y Patrimonio Mundial de la UNESCO, Nuria Sanz.
Esta representante del organismo de Naciones Unidas dedicado a la Cultura ha hecho estas reflexiones en su discurso de apertura del tercer Foro Juvenil Iberoamericano de Patrimonio, en el que participan 39 estudiantes de Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, Uruguay, Portugal y España.
Esta experta, que tiene además a su cargo la coordinación de los trabajos del Centro Patrimonio Mundial para el área de Latinoamérica y Caribe, ha citado los problemas que están teniendo España y Francia para conservar las cuevas de Altamira y Lascaux, aunque lo ha hecho para elogiar las medidas que ambos países han puesto en marcha para intentar preservar sus pinturas prehistóricas.
Sin embargo, ha subrayado que en otros lugares "la destrucción del arte rupestre es sistemática" y no solo afecta a las propias manifestaciones artísticas, sino también paisaje que las rodea y a las culturas indígenas que aún mantenían un contacto vivo con ellas.
"En el Caribe, la única manera de entender la población originaria es a través del arte rupestre. Estamos enviando cartas sistemáticamente a las grandes islas, y también a las pequeñas, porque todos los desarrollos turísticos dan al traste, destrozan los yacimientos arqueológicos", ha señalado.
Nuria Sanz se ha referido también al riesgo que suponen para grandes lugares con arte rupestre de Australia las actividades mineras, y a los daños que está sufriendo en el desierto de Libia Tadrat Acacus, cuyas pinturas, reconocidas como patrimonio mundial en 1985, "han sido destruidas en un 40 por ciento".
"En Guatemala, tenemos la cultura maya, la mejor representada en la lista del Patrimonio Mundial, pero nos faltan sus representaciones rupestres, nos falta que esté Naj Tunich. Y desgraciadamente esa importante cueva para el mundo maya ha sufrido enormes alteraciones", ha señalado.
La responsable del Programa de Prehistoria de la UNESCO ha resaltado que en la lista de 911 lugares reconocidos como patrimonio mundial, solo hay 35 yacimientos de arte rupestre.
Y ha recordado "las grandes ausencias" que pueden percibirse en ese listado, en el que no hay ningún testimonio de ese tipo ni de las vastas estepas euroasiáticas, ni de la India, ni de las culturas indígenas de Estados Unidos.
Nuria Sanz ha abogado, asimismo, por dar un enfoque más amplio a la protección de los nuevos lugares que accedan a la lista del Patrimonio Mundial, que incluya tanto el paisaje que los circunda como las manifestaciones etnográficas de aquellas comunidades que todavía mantienen las pinturas rupestres dentro sus rituales y celebraciones, como ocurre en África y en Australia.
"Tenemos demasiada suerte de tener tanto arte rupestre y lo peor es que pensamos en términos de desarrollo a una velocidad que no es compatible con las condiciones de conservación", ha añadido.
martes, 5 de julio de 2011
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