El cura Justo Jauregi comunicó el hallazgo a J.M. Barandiaran en 1928
El yacimiento de Lezetxiki probablemente continuaría siendo un anónimo e inexplorado laberinto de cavidades subterráneas de no ser por un seminarista con inquietudes arqueológicas e históricas.
Como desvelaba esta semana el escritor e historiador Jose Mari Velez de Mendizabal en su blog en euskara 'Hots begi danbolinak', Justo Jauregi-Arraburu era un joven seminarista, hijo del maestro de Garagartza, compañero de estudios José Luis Iñarra en el Seminario de Vitoria y, al igual que él, alumno de don Jose Miguel Barandiaran, cuando en 1928 puso en conocimiento de su profesor la existencia de restos prehistóricos en Lezetxiki.
Barandiaran dejó constancia de este hecho en la anotación de su diario correspondientes al 23 de septiembre de 1928: «en el tren de las 08.40 fui a Mondragón, y de aquí, en el autobús de Aramayona, a Garagarza. En el monte Bostate de este barrio visité las cuevas Kobaundi, Kobatxo y Kobatxiki, en donde ha descubierto yacimientos prehistóricos mi discípulo D. Justo Jáuregui. Fotografié la montaña desde las proximidades de Garagarza, la cueva superior (...) y el grupo de acompañantes. Estos eran los señores Urrutia (párroco de Garagarza), Arrúe (alcalde de Arechabaleta), Aznar (oficinista de la fábrica Beroa), E. Maidagán, Urtubi (farmacéutico de Arechabaleta), Jáuregui (maestro de Garagarza) y tres hijos de éste (uno de ellos el mencionado Justo) y los dos hermanos Santa Marina (uno de ellos seminarista)». «Fuí a comer a la fonda de Santa Águeda. Comí en compañía de los Srs. Arrúe y Aznar. Visité al capellán D. Leonardo de Guridi. Después volví a Garagarza y de aquí, en autobús, bajé a Mondragón. En el tren de las 5.35 volví a Vitoria»...
El 'descubridor' de Lezetxiki - Diario Vasco
domingo, 27 de noviembre de 2011
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