El verano pasado, un colgante encontrado en el yacimiento de Irikaitz en Zestoa (Gipuzkoa) dio mucho que hablar: podría tener 25.000 años, el más antiguo encontrado en unas excavaciones de la Península Ibérica al aire libre. Esta piedra tiene nueve centímetros de largo y un agujero para colgarla del cuello, aunque parece que, más que como adorno, se utilizaba para afilar herramientas. El descubrimiento tuvo una gran repercusión, pero no es, ni por asomo, lo único encontrado aquí últimamente por el equipo dirigido por Álvaro Arrizabalaga: “Casi todos los años aparece alguna pieza arqueológica de gran calidad. A veces, incluso unas 8 o 10. Es un lugar muy fructífero”.
Irikaitz se encuentra detrás del balneario de Zestoa, en el lado opuesto del río Urola, a 14 metros de su orilla. Este arqueólogo de la UPV/EHU realiza excavaciones aquí verano tras verano, junto a estudiantes e investigadores de esta y otras universidades, y en colaboración con la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Desde 1998 hasta hoy, han cubierto 32 metros cuadrados; nada comparado con las ocho hectáreas que como mínimo ocupa este yacimiento al aire libre “gigante”. Así es la arqueología. Requiere de mucha paciencia, pero los resultados lo merecen: “Sientes que encuentras algo que ha estado esperando tus manos durante 200.000 años”...
Basque research
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martes, 27 de diciembre de 2011
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2 comentarios:
link roto, Salaman
Link apuntalado :)
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