Hace decenas de miles de años, durante el Paleolítico Superior, los grupos nómadas de cazadores-recolectores que recorrían el sur de la actual provincia de Lugo se asentaron con frecuencia en el monte de Valverde, en las proximidades de Monforte. Las huellas más visibles de su paso consisten en un gran cojunto de artefactos líticos que fue localizado en la zona en el 2007 por los investigadores del proyecto «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca media del Miño», coordinado por la Universidade de Santiago. El estudio de estas piezas, que continúa en la actualidad, está proporcionando importantes datos sobre el modo de vida de aquellas comunidades prehistóricas y sobre cómo conseguían la materia prima para fabricar sus herramientas.
Gracias a los análisis de laboratorio y al estudio de las características geológicas del valle de Lemos, los arqueólogos ya saben de dónde procede la cuarcita con la que fueron fabricadas muchas de estas herramientas. Una parte de ella se extrajo de la cumbre del propio monte de Valverde, donde existen importantes afloramientos de este mineral. Pero el material de mejor calidad -una cuarcita de grano fino y fácil de tallar, de color oscuro- fue recogido a unos siete kilómetros de distancia, en la parroquia de A Vide...
Un asentamiento con un gran dominio visual de la depresión monfortina
Las piezas arqueológicas del monte de Valverde fueron encontradas en la superficie del terreno y, según piensan los arqueólogos, debieron de ser desenterradas fortuitamente durante la construcción de una pista forestal que se llevó a cabo poco antes de efectuarse este hallazgo. Los artefactos muestran un excelente estado de conservación, lo que no sucedería si llevasen cientos o miles de años expuestos a la intemperie. Teniendo en cuenta la zona donde se encontraron estos materiales, los investigadores suponen que los pobladores paleolíticos establecían sus campamentos en un rellano situado a media ladera, a poca distancia de una formación rocosa que destaca en la parte alta del monte. De estos peñascos se obtuvo probablemente una parte de la cuarcita con la que se elaboraron los artefactos hallados en el yacimiento...
Marchas de 250 kilómetros para buscar sílex
El hecho de que en un yacimiento del Paleolítico Superior aparezcan artefactos fabricados con piedra traída de lugares lejanos no es nada excepcional. «Las poblaciones de esa época tenían mucha movilidad y podían invertir bastante tiempo en recorrer largas distancias para conseguir materiales de buena calidad para elaborar sus herrramientas», comenta De Lombera.
El arqueólogo menciona a este respecto casos como el de los yacimientos de Foz Côa, en el nordeste de Portugal, donde se hallaron piezas fabricadas con sílex que según los análisis mineralógicos, proceden en unos casos de la región portuguesa de Estremadura y en otros, en ciertos parajes del Sistema Central situados en plena meseta. «Se conocen industrias paleolíticas fabricadas con minerales conseguidos a más de 250 kilómetros de los yacimientos donde fueron hallados -añade De Lombera-, por lo que no resulta tan raro que los pobladores de Valverde tuviesen sílex procedente de fuera de Galicia».
Rasgos del Solutrense
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La Voz de Galicia
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