Cuando la Consejería de Cultura del Principado de Asturias, en el marco de la Fundación de Turismo del Oriente, ideó impulsar la marca Paraíso Rupestre, lo hizo con la intención de hacer en cada uno de los trece municipios de la Mancomunidad oriental un centro de interpretación que estuviera ligado a alguna cueva prehistórica o, en su defecto, a alguna seña de identidad del concejo en cuestión. De este gran proyecto turístico, nacido para fomentar la actividad económica de los concejos poniendo en valor el legado que nuestros antepasados dejaron aquí hace más de 40.000 años, sólo quedan pequeñas pinceladas en forma de espacios museísticos y centros de interpretación.
Dólmen de Santa Cruz. La modificación del inmueble no se hizo. :: J. P. |
El Paraíso Rupestre pudo ser una gran apuesta, pero se quedó en un pequeño órdago que consistió en iniciar obras y proyectos, con altísimos presupuestos, que se fueron cayendo por su propio peso. Ahora, en manos de los ayuntamientos o de empresas privadas, los equipamientos no se terminan o simplemente se cierran por falta de recursos o malas infraestructuras.
De este a oeste del ala oriental de la región la intención era crear un abanico cultural con el centro interpretativo de la cueva de La Loja (Peñamellera Baja), el centro de interpretación de El Pindal (Ribadedeva), el centro de interpretación de la cueva de Llonín (Peñamellera Alta), la Casa Bárcena (Cabrales), el centro de la Fauna Glaciar (Onís), el Aula del Ídolo de Peña Tú (Llanes), el centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo (Ribadesella), el proyecto para potenciar la visita al Dolmen de Santa Cruz (Cangas de Onís), el centro del Karst (Amieva), el centro del Parque Natural de Ponga, un museo sobre el Sella (Parres), el centro de la Cultura Castreña (Caravia) y, por último, el museo del Neandertal (Piloña). Trece equipamientos y mejoras que en principio iban a estar encabezados por dos, los museos dedicados a las cuevas de Tito Bustillo y El Sidrón, uno completado pero fallido y el otro prometido hasta la saciedad, proyectado y finalmente pospuesto en el tiempo.
Dentro de esta marca turística nació la campaña publicitaria 'Por algo sería', que empapeló las farolas de numerosas localidades pero no surtió el efecto deseado, ...
...
elcomercio.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario