Así se aplican los avances en datación que han redefinido la antigüedad del arte
A ojo, un año arriba o un año abajo es, como mucho, una impertinencia; una década, una exageración; y un siglo, una barbaridad. Pero lo que las últimas dataciones arqueológicas de las cuevas de Tito Bustillo, Altamira y El Castillo, publicadas el viernes de la semana pasada, ha puesto sobre la mesa es un desfase de varios miles de años con respecto a la edad que se creía que tenían las pinturas.
Las de Tito Bustillo, concretamente, pasaron en apenas unas semanas de tener 22.000 años como máximo a 'envejecer', tras las pruebas de uranio en torio, hasta quedar datadas en una horquilla de entre 35.000 y 30.000 años.
Mario Menéndez, profesor de Prehistoria de la UNED, expone las implicaciones que tiene el descubrimiento: «Esta datación supone que las figuras podrían haber sido realizadas por neandertales, y no por el hombre moderno, como se creía», dice. «Lo cual no es una novedad en sí mismo, porque ya se sospechaba: pero la cuestión de fondo es la capacidad figurativa y cognitiva de nuestros antecesores». Y todo, a raíz de una fecha: ¿cómo se calcula?
El arqueólogo Alejandro García, codirector de las excavaciones del castillo de Gauzón, en Castrillón, explica que uno de los motivos las inexactitudes en la datación prehistórica reside en la escasez de elementos de contraste: «En arqueología histórica contamos con documentos escritos, crónicas y testimonios que ayudan como fuentes. En la prehistórica, por su lado, no cuentan más que con la comparación con otros yacimientos y con las dataciones en sí mismas».
Y esta comparación, completa el investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Sebastián Celestino, debe ser tomada siempre con «mucha cautela».
En sus orígenes, la arqueología se basaba exclusivamente en lo que se conoce como dataciones relativas, esto es, las que toman puntos de referencia temporales y logran establecer, de esta forma, una horquilla cronológica entre materiales basada en la superposición de capas y depósitos, por ejemplo, dejados por la climatología conocida de distintos momentos históricos.
Por otro lado, en el último siglo se han desarrollado las dataciones llamadas absolutas, es decir, aquellas que (como el sistema del uranio en torio) arrojan una fecha más o menos exacta de los restos encontrados. La combinación de ambas dataciones, y el «constante juego con la estadística», como explica García, resultan en un número de años, en una cifra...
...
elcomercio.es
El 'sándwich' de Tito Bustillo
Tómese una capa calcítica, luego una de pintura, y finalmente, otra capa calcítica. Esta es la receta del particular sándwich que ha permitido conocer, con la última datación, la edad aproximada de las pinturas de Tito Bustillo.
La cifra de entre 30.000 y 35.000 años se ha alcanzado mediante la mezcla de una datación relativa (aquella que establece una horquilla cronológica basada en las capas de material superpuestas) y una datación absoluta, esto es, el estudio de los elementos constituyentes de dichas capas.
La novedad reside en la aplicación del método de datación absoluta de uranio en torio, que se sirve de la presencia de isótopos de uranio en los elementos que contienen calcio. Se sabe que el uranio, con el paso del tiempo, va dando lugar al torio, y de esta forma es posible estimar el tiempo que tienen los materiales...
...
elcomercio.es
domingo, 24 de junio de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario