- Durante todo el mes, una docena de arqueólogos ha logrado encontrar varios centenares de útiles del Paleolítico Medio .
- Los arqueólogos hayan en El Barandiallu piezas de sílex que no son de la zona
Dos de las piezas de sílex encontradas. :: PABLO NOSTI |
Durante tres semanas, Álvarez ha dirigido a un equipo de una docena de arqueólogos de la UNED, la Universidad de Oviedo, la Complutense de Madrid y la de Deusto, que ha trabajado en cuatro puntos diferentes en el yacimiento de El Barandiallu. Han sido capaces de extraer centenares de piezas de la industria lítica del Paleolítico Medio en muy buen estado de conservación.«Muchas piezas están intactas y aún cortan perfectamente», explica el profesor.
Un yacimiento importante
El yacimiento de El Barandiallu es, además, el más importante de Asturias por volumen de piezas de todos los que se han encontrado al aire libre. «Casi todo lo que se sabe de esta época es por lo que se ha encontrado en cuevas», comenta Álvarez, ya que encontrar útiles fuera de ahí no es demasiado común. Los primeros hallazgos se produjeron en los años 80, durante los trabajos de construcción del gasoducto Burgos-Cantabria-Asturias. Entonces se catalogó un importante número de piezas, pero nunca se volvió a trabajar en la zona por falta de presupuesto para continuar con la investigación. Ha sido ahora, gracias a una ayuda económica de la delegación de la multinacional Fluor en Llanera, que se han podido retomar los trabajos. La empresa, que colabora de manera habitual con actividades culturales y solidarias del concejo, ha aportado también a algunos de sus empleados para colaborar en las tareas de excavación, sobre todo arquitectos entusiasmados por el proyecto.
La excavación se enmarca dentro de un estudio más amplio que abarca toda la zona cantábrica, y que pretende conocer más datos sobre las primeras ocupaciones neanderthales en la cornisa. Las piezas encontradas en Llanera tienen una antigüedad de entre 50.000 y 100.000 años, aunque la fecha no se puede precisar más ya que esos útiles aparecieron sobre la terraza fluvial, sobre un terreno muy anterior a ellos, probablemente formado entre el Jurásico y el Triásico. En los próximos meses tocará analizar esas muestras sedimentológicas de los diferentes estratos que se han encontrado durante las excavaciones.
Con todo, el yacimiento de El Barandiallu tiene una gran importancia desde el punto de vista territorial. «Aquí había un asentamiento de cierta entidad que, además, fue sostenido en el tiempo», afirma el profesor David Álvarez, que comenzará ahora, una vez finalizados los trabajos sobre el terreno, un análisis más en profundidad del lugar y el entorno. «En enero empezaremos a pensar ya en redactar las conclusiones para su publicación».
RUTH ARIAS / elcomercio.es
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