Las excavaciones en un solar de Sanxo Llop revelan que la población se dedicó durante siglos a la agricultura, ganadería y metalurgia del cobre
Uno de los yacimientos arqueológicos más ricos de Gandia, ubicado en la partida de Sanxo Llop, ha sacado a la luz restos de un poblado de 4.500 años. Hay piezas desde el comienzo del calcolítico del tercer milenio hasta el siglo XII después de Cristo. Cinco enterramientos, 80 silos para guardar grano, puntas de flecha y fragmentos de cerámica son algunos de los hallazgos que demuestran la ocupación y la incesante actividad que, siglo tras siglo, ha tenido este enclave.
El equipo de arqueología liderado por Josep Pascual y Maria Barberá, y que comprende una decena de profesionales, lleva desde febrero realizando excavaciones en una parcela de aproximadamente 7.000 metros cuadrados situada frente al centro comercial La Vital. La firma de supermercados Lidl, que va a construir una nave, financia los gastos de las excavaciones obligatorias dado que es una zona de protección arqueológica.
El emplazamiento, en el Camí Vell de Daimús, está situado junto al río Serpis, que facilitaba las tareas cotidianas a los habitantes. Estos se dedicaban, principalmente, a la agricultura, la ganadería y la metalurgia del cobre.
Destaca el trabajo de la talla de sílex y sobre hueso. Asimismo, hay materiales y estructuras de los siglos V a I antes de Cristo y de los siglos I-VI después de Cristo hasta restos de época medieval andalusí (siglo XII).
Sanxo Llop, que no sólo abarca el solar que se está excavando sino buena parte de su entorno, es un yacimiento arqueológico que inicia su poblamiento hacia el V milenio antes de Cristo, aunque su máximo desarrollo sería a finales del Neolítico (III milenio), según comenta Pascual. Las labores en el solar contiguo empezaron en 2006 y ya hubo sorprendentes hallazgos.
En la parcela en la que actualmente se está trabajando han aparecido 80 estructuras pertenecientes a silos, que servían para almacenar grano. Estas se encuentran excavadas sobre arenas fluviales y/o sobre gravas de origen fluvial.
«La mayoría de estructuras son de planta circular, otras ligeramente ovaladas y las menos irregulares son grandes vertederos. Encontramos superposiciones de estructuras de diferentes momentos cronológicos, así como estructuras que cortan/rompen otras, siempre hasta el momento de cronologías diferentes. De hecho las más abundantes son claramente prehistóricas, tal como esperábamos, concretamente de mitad del III milenio, Calcolíticas.
No descartamos la posibilidad que alguna estructura sea anterior, posiblemente IV milenio». La mayoría de fosas y silos cuentan con materiales abundantes tanto cerámicos, líticos, malacológicos, etcétera.
Restos romanos... Las Provincias
miércoles, 29 de junio de 2016
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