06-08-13. La campaña de excavación arqueológica en la Cova Foradà de
Oliva ha comenzado hace unos días con la finalidad de conocer desde
cuándo el yacimiento prehistórico comenzó a ser habitado. También se
pretende hallar más restos de neandertales y de fauna, sobre todo,
conejos y herbívoros.
Estos trabajos se han desarrollado cada verano de manera
ininterrumpida desde 1977 con subvenciones de la Diputación de Valencia
que rondaban los 6.000 euros. Sin embargo, este año es la primera vez en
36 años que la campaña no recibe ningún tipo de ayuda económica.
La institución provincial suprimió la sección arqueológica
que se encargaba de las catas, y con ello, también cerró el grifo a la
subvención. Estas tareas las desarrolla ahora la Sección Arqueológica y
Prehistoria de la Real Academia de Cultura Valenciana, cuyo director es
José Aparicio. El experto insistió ayer en que se trata de una campaña
«sin medios», pero que afortunadamente cuenta con la colaboración de un
«fantástico» equipo formado por Miguel Herrero, Laura Egido, Nemesio
Jiménez, Jesús Fernández, así como alumnos y universitarios
colaboradores.
El Ayuntamiento de Oliva, consciente de la importancia de
seguir investigando en este enclave, aprobó una moción a instancias de
Gent d'Oliva, para pedir al presidente de la Diputación, Alfonso Rus,
que mantenga la Sección de Estudios Arqueológicos Valencianos (SEAV).
Sin embargo, no hubo éxito.
La Foradà estaba ocupada por neandertales en pleno
Musteriense, en el Paleolítico Medio, entre el 40.000 y 50.000 antes de
Cristo. Desde el año 2010, se han hallado cinco restos humanos de cinco
individuos distintos. Entre ellos, medio cuerpo desde el cráneo hasta la
pelvis, el cual, según comentó Aparicio, se puede considerar como el
neandertal «más completo de la península».
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Actualización 10-08-13. Hallan un hogar neandertal en Oliva
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- El equipo de Aparicio localiza junto a las cenizas y carbones numerosos huesos de conejos y cérvidos que las familias asaban
Restos de alimentación que se cocinaba en el hogar de la Foradà de Oliva. :: NEME JIMÉNEZ |
El equipo de arqueología liderado por José Aparicio, que
está realizando excavaciones en la Cova Foradà de Oliva, ha descubierto
estos días un hogar de casi 100.000 años a diez metros de profundidad.
En este espacio, que ocupa una superficie de dos metros cuadrados, los
neandertales encendían el fuego y asaban la carne para, posteriormente,
comérsela. Esta hoguera permanente, según explicó Aparicio, se
caracteriza por su «extensión y potencia».
Los especialistas han detectado una gruesa superficie de
cenizas muy compactadas, «comprimidas por los miles de toneladas de
sedimentos encima de la capa 48, que es donde se ha localizado». Junto a
las cenizas y carbones se han podido observar numerosos huesos de
animales, residuo de los alimentos cárnicos consumidos por las familias a
la vera del lar. «Han salido a la luz osamentas partidas para
aprovechar los restos grasos del interior de los huesos».
Los restos de lepóridos, conejos esencialmente, constituyen
el mayor volumen de los huesos acumulados, junto a restos de cérvidos,
cápridos, équidos, probablemente bóvidos, y fauna actualmente extinta en
el territorio. Por todo ello, según comentó Aparició, es evidente que
en el hogar se asaba la carne, haciéndola más sabrosa y digestiva.
Carne ahumada
Asimismo, el equipo de arqueólgos ha comenzado a sospechar,
tras analizar minuciosamente los restos de los huesos aparecidos en el
hogar, que se pudo practicar algún procedimiento de ahumado para la
conservación de la carne...
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